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viernes, 29 de mayo de 2009

El halo de Agamenón

“La verdad es la verdad, la diga Agamenón o su porquero”.
Esa frase de Machado sintetiza muy bien que las ideas, las opiniones, o la verdad de los hechos son independientes del sujeto que las expresa.
Sin embargo, en el curso de debates o discusiones muchos intentan desacreditar una idea, una opinión, o una verdad, apoyándose en el descrédito del que la defiende.
Es el procedimiento inverso al “argumento de autoridad”, mediante el que se apoya un postulado recurriendo al prestigio de alguien. De ahí frases que comienzan con “Ya dijo Platón…”; o “Como afirmó Einstein…”. Este recurso es parcialmente válido sólo cuando se discute sobre un asunto en el que Platón o Einstein hayan acreditado su autoridad. Pero a menudo se emplea de modo falaz, como por ejemplo: “Einstein dijo que la mejor fruta es el plátano”. Ese argumento es irrelevante porque no consta que Einstein fuera experto en frutas.
La misma trampa se hace cuando se intenta destruir una idea, opinión, o verdad aludiendo a la mala fama de alguien, especialmente cuando esa mala fama no tiene que ver con el contenido de la idea, opinión, o verdad. Replicar “Eso mismo decía Hítler” carece de valor argumental cuando se está hablando sobre frutas.
En el fondo se trata de lo que los psicólogos denominan “efecto halo”, que consiste en creer que una persona con ciertas cualidades -positivas o negativas- tendrá todas sus características también positivas o negativas.
Así que a menudo es un sesgo cognitivo inconsciente. Pero otras veces es un recurso deliberado, generalmente debido a la falta de argumentos con peso en sí mismos.
Cuanto más nos fijamos en Agamenón, o más nos deslumbra su halo, menos atención ponemos a las ideas, las opiniones, o las verdades de los hechos.

jueves, 28 de mayo de 2009

Jueces divinos

El Tribunal Supremo ha admitido a trámite, por unanimidad, una querella por prevaricación contra Baltasar Garzón, que ha quedado imputado.
A unos les puede caer bien este juez y a otros mal. Pero no cabe duda que a este señor ha acreditado un extraordinario gusto por las cámaras, los micrófonos, y las portadas de los periódicos.
Aceptó ir de número dos por Madrid con Felipe González, en 1.993, y tras ostentar por breve tiempo el cargo de Secretario de Estado contra la Droga, abandonó la política y regresó a su puesto en la Audiencia Nacional. Desde allí se aplicó a fondo para poner al descubierto la trama de los GAL, como resultado de lo cual terminaron en prisión José Barrionuevo y Rafael Vera.
Más adelante consiguió la detención de PInochet, en Londres. También se hizo muy popular por sus actuaciones contra el narcotráfico gallego y contra el terrorismo. El año pasado pidió un año de excedencia “por estudios”, y se trasladó a EE.UU. donde percibió cuantiosas sumas por sus conferencias, al tiempo que seguía cobrando su sueldo como juez en España. Después se obstinó en abrir una causa general contra el franquismo (lo que ha provocado la actual querella) con la oposición de la fiscalía.
Su más reciente campanazo ha sido la causa contra destacados dirigentes del PP.
Yo no sé si es un prevaricador, un narcisista, un héroe, o un ambicioso sin límites.
Pero la noticia de hoy me parece que tiene dos consecuencias importantes: nos puede hacer soñar que todos somos iguales ante la ley; y puede colocar a cada profesión en su sitio. Los dioses al Olimpo, y los jueces a su tribunal.

miércoles, 27 de mayo de 2009

La casilla sindical

Ya estamos en la temporada más antipática del año: ha comenzado la campaña de la renta 2008. Aunque a la mayoría les van a devolver dinero, no deja de ser un momento en el que hay que hacer cuentas, y por única vez al año cada español puede ver con sus ojitos el dineral que ha tenido que pagar poco a poco a esa señora que dicen que somos todos: Hacienda. Si además ahora a uno le toca pagar aún más, el mosqueo se hace espeso como la mente de un director general.
En total miles de millones de euros que ponemos entre todos (entre casi todos) para que los distintos gobiernos puedan gastar a lo grande, y encima sacar pecho diciendo que “ellos” nos van a proteger de lo que venga.
Afortunadamente, hay algo en lo que sí podemos elegir: la casilla para la Iglesia. Ahí podemos sentirnos poderosos, y decidir si parte de nuestro dinero va a manos de la Iglesia o de otras instituciones benéficas.
Y yo me pregunto ¿por qué no hay otra casilla igual para que cada cual decida si quiere que una parte de su dinero vaya a parar a los sindicatos?
Nos cuestan unos 163 millones de euros al año, sin contar el valor de infinidad de edificios públicos que ocupan, y el sueldo que cobran de sus empresas los aproximadamente 200.000 liberados sindicales.
Si hay más del doble de liberados y burócratas sindicales que de curas ¿por qué no hay también una casilla para que podamos decidir si queremos mantenerlos o no?

martes, 26 de mayo de 2009

Los raros

“Fulanito es muy raro”. “Es que hay gente muy rara”.
Probablemente hemos dicho cosas como esas muchas veces, y seguro que las hemos escuchado muchas más.
Se me ocurren dos preguntas al respecto: ¿realmente hay tanta gente rara? y ¿eso de “ser raro” es bueno o malo?
En cuanto a la primera, es probable que eso que llamamos “rarezas” nos sean sino peculiaridades de otras personas, que nosotros no entendemos porque no coinciden con nuestras propias peculiaridades. Quizá la mayoría de esas personas que nosotros vemos raras nos ven a nosotros como rarísimos.
Para responder a la segunda pregunta habría que definir primero qué es “raro”. Si aceptamos la definición de “aquél que piensa o se comporta de manera diferente a la de la mayoría”, a mí me interesan los raros.
El único que no aplaude tras un vibrante discurso; el único que no ríe el chiste que acaba de contar el jefe. El que calla cuando todos hablan; el que pide agua cuando todos piden copas; el que en una clase pregunta en vez de asentir a todo. El que dice “no importa” en vez de empeñarse en que le den la razón; el que ante una mañana gris y lluviosa exclama ¡qué día tan bonito!
A veces pueden resultar problemáticos los raros, sobre todo cuando sus rarezas son imprevisibles.
Pero me quedo con la rareza. Me parece mucho más estimulante que la vulgaridad.

lunes, 25 de mayo de 2009

Política de estadio

La política y el fútbol son dos cosas muy diferentes. La una es algo importante para todos, y de su marcha depende nuestro bienestar presente y futuro. La otra no es sino un entretenimiento y un buen negocio para unos pocos.
Sin embargo, en España ambos fenómenos tienen muchos puntos en común. En el fútbol unos jugadores profesionales -que viven muy bien de ello- evolucionan en un campo tratando de vencer al equipo contrario, de acuerdo con un reglamento, bajo la vigilancia de unos árbitros neutrales, y recibiendo el aplauso o los abucheos de un público de seguidores, que son los que pagan todo el tinglado.
En la política, unos políticos profesionales –que viven bastante bien de ello- evolucionan en los medios de comunicación tratando de vencer al equipo contrario, de acuerdo con unas leyes, bajo la vigilancia de un poder judicial neutral, y recibiendo el aplauso o los abucheos de unos votantes, a los que se les extrae el dinero del bolsillo para pagar todo el montaje.
Tanto en el fútbol como en la política no todo es trigo limpio. Muchos políticos recurren a las más sucias estratagemas para hacer caer al adversario; algunos jueces despiertan fundadas sospechas sobre su supuesta imparcialidad, y buena parte de los votantes no actúan como ciudadanos sino como fanáticos sectarios.
Es difícil saber qué fue primero: el huevo o la gallina: ¿el estilo barriobajero de muchos políticos es la causa de que los ciudadanos se comporten como hinchas furibundos? ¿o son estos ciudadanos los que con su apasionamiento ciego propician que los políticos abusen del juego sucio?
No parece demasiado grave que unas decenas de miles de hinchas –que han pagado voluntariamente su entrada- griten como locos ante un gol de su delantero favorito. Pero resulta muy preocupante que millones de personas –que quieran o no tienen que pagar una carísima “entrada”- jaleen enfervorizados a cualquier tramposo que reparta coces a los adversarios, siempre que lleve puesta la camiseta de los colores favoritos.
Una sociedad que contempla con la misma visceralidad la política que el fútbol, probablemente merece tener unos políticos que actúen a patades y que piensen con los pies.

sábado, 23 de mayo de 2009

Tema abierto

Tras la excelente acogida del sábado pasado, de nuevo hoy queda abierto el tema del comentario inicial.
Cualquier asunto es válido para iniciar el debate, pero se recomienda no hablar de culos, círculos, churros o sofismas.

viernes, 22 de mayo de 2009

Interferencias

“Un vecino de Balaguer (Lérida) ha sido condenado a un año de prisión y a cinco años de alejamiento de su ex mujer y de sus dos hijas por instalar una cámara de vídeo doméstica en el baño de la vivienda familiar al sospechar que una de las hijas sufría anorexia y se provocaba vómitos, lo que ella no admitía. Además tendrá que pagar 3.000 euros de indemnización a su ex-mujer y a cada una de las hijas”.
Parece un buen ejemplo de un mal padre, un caso de “interferencia paterna”, como diría Zapatero. Una insoportable interferencia sobre un ser vivo –añadiría Bibiana.
Pero en realidad es un claro ejemplo de lo que puede suceder cuando se cruzan dos fuerzas negativas: a) la fuerza de la mala fe que actúa en tantos y tantos casos de separación matrimonial; b) la fuerza del desatino de algunas leyes en vigor.
Ahora la justicia ha puesto todo en su sitio. La hija ya había emprendido un tratamiento para la boulimia; la madre recibirá sus 3.000 euros, y el padre tendrá tiempo para reflexionar sobre lo grave que puede ser interferir en la vida de los hijos.

jueves, 21 de mayo de 2009

El argumento del ruido

En 1.975 se murió el tío Paco de viejo. Y nos dejó a todos con una soberana ignorancia democrática. Era un buen momento para que los ciudadanos ocuparan el papel principal en el teatro de la política. Pero no fue así, sino que los partidos ocuparon ese vacío, crearon grandes estructuras burocráticas, canales de reparto de cargos, y sobre todo mecanismos eficientes de manipulación de la indefensa opinión pública.
Tres décadas después la calidad de la democracia no ha mejorado, sino que viene sufriendo un continuo proceso de descomposición. En la práctica, la única manifestación verdaderamente democrática consiste en que seguimos teniendo la oportunidad de depositar libremente nuestro voto en una urna cada cierto tiempo.
La confusión es casi absoluta. Los papeles de las instituciones están borrosos, se solapan y se interfieren. El doble lenguaje es moneda común, y la descalificación apriorística de las personas un uso cotidiano.
A ese desbarajuste pertenece lo sucedido ayer en Valencia, donde un numeroso grupo de simpatizantes del PP acudieron a las puertas del TSJ, para manifestar ruidosamente su apoyo al presidente Camps, mientras otros gritaban tamibén en contra de Camps.
¿Qué es eso de acudir a montar bulla para presionar a la Justicia? Es probablemente el resultado de esa confusión general, en la que ya nadie sabe qué órgano sirve para qué cosa, ni qué medio es legítimo para qué objetivo.
Es cierto que hay precedentes: la cúpula del PSOE acudió en masa a Guadalajara en apoyo de Barrionuevo; cientos de personas acompañaron con sus gritos a Pujol cuando tuvo problemas por el asunto de Banca Catalana; y lo mismo hicieron los adeptos del PNV para arropar a Ibaretxe cuando tuvo que comparecer ante los tribunales.
Pero ningún precedente justifica que de nuevo se intente torcer la independencia de los jueces mediante pancartas, gritos, y mucho ruido. La política de pancarta no es síntoma de madurez política ni de estabilidad democrática de una sociedad. Un suspenso para el PP.

miércoles, 20 de mayo de 2009

Todas las ideas no son respetables

Una afirmación muy común. Una opinión compartida por millones de personas: “todas las ideas son respetables”.
¿Es realmente así? ¿O sólo es una afirmación “políticamente correcta”? ¿O quizá es el último recurso que tiene quien se queda sin argumentos para defender “su idea”? ¿Hay ideas no respetables?
Quizá a veces confundimos lo que debe ser el respeto a las personas –como seres humanos- haciéndolo extensivo a ciertos atributos de esas mismas personas.
Pero una persona puede merecer todo el respeto del mundo, y no así su conducta.
No es respetable la conducta del que quema coches para divertirse, ni la del que espera agazapado en un parque para acosar sexualmente a una niña.
Lo mismo ocurre con las ideas. No es respetable la idea de que los judíos deben ser exterminados. Tampoco merece mucho respeto la idea de asar la manteca, o la de poner la zorra a cuidar del gallinero.
Lamentablemente, las personas solemos tomar nuestras propias ideas como parte de nosotros mismos –y en cierto modo lo son-, con lo que a menudo consideramos un ataque personal lo que no es sino el rechazo a una de nuestras ideas.
Es un error que suele hacer muy difícil el diálogo y el entendimiento. Nos ponemos a la defensiva; es decir: al ataque, y nos cerramos completamente a admitir la posibilidad de que podamos haber tenido una idea insensata.
Sin embargo, en contra de lo que afirmaba Forrest Gump, tonto no es el que dice tonterías, sino el que crea más problemas de los que soluciona.Los más grandes sabios de la Historia también han tenido alguna idea desacertada.

martes, 19 de mayo de 2009

El huevazo

Mariano Rajoy se ha referido al anuncio de Zapatero de reducir la desgravación en la compra de viviendas como “El Ladrillazo”.
El PP copia así decididamente la técnica que inició el PSOE hace ya unos años, consistente en eludir los análisis rigurosos y sustituirlos por eslóganes infantiles. En realidad el truco lo inventó IU, pero el PSOE se sumó a él rápidamente.
Sus productos más recordados son “El Medicamentazo” y “El Decretazo”. El timo consiste en que en vez de tomarse el trabajo de explicar a la sociedad en qué consiste un proyecto de ley; en vez de analizar uno a uno sus ventajas y sus inconvenientes; en vez de propiciar que los ciudadanos piensen y saquen conclusiones, lo que se hace es bautizar ese proyecto con un palabro sonoro, cuyo sufijo se asocia automáticamente con algo malo.
El sufijo “azo” añadido a un sustantivo es un aumentativo, que proporciona una noción de exagerado, y frecuentemente violento. Puñetazo, dedazo, tortazo, bombazo.
Se trata de una técnica hábil –en cuanto al resultado que obtiene a corto plazo-, aunque sus consecuencias a largo plazo pueden ser muy negativas para todos. Nos tratan como a niños, nos hablan como a niños. Palabras sonoras, fáciles de recordar. Cosas sencillitas y facilonas, que puedan asimilar las mentes aún no formadas.
Muy bien, señor Rajoy. Muchas gracias por contribuir a la estupidización general de esta sociedad. Lo del “ladrillazo” calará con facilidad en la opinión pública.
Y ahora que se ha publicado que Franco sólo tenía un testículo, disponemos del apelativo más sonoro y adecuado para él. Nada de caudillo, ni generalísimo, ni siquiera dictador. Lo de Franco fue un auténtico Huevazo.

lunes, 18 de mayo de 2009

La edad del pavo

A raíz de la aprobación del Proyecto de Ley de Salud Sexual (¡?), se ha formado un gran debate, especialmente por lo que prevé esa ley respecto a que adolescentes menores de edad podrán abortar o adquirir la píldora contraceptiva/abortiva llamada “del día después”, y todo ello sin tener que contar para nada con sus padres.
Continuando con la misma filosofía que subyacía al crear la asignatura de Educación para la Ciudadanía, y en la modificación del Código Civil para prohibir a los padres corregir moderadamente a sus hijos, este gobierno se arroga el papel de “padre supremo”, y decide sustituir a los padres en cuestiones que hasta ahora habían sido de su incumbencia. No se sabe si lo hace porque está convencido de que los padres españoles son un desastre, o porque cree que la educación de niños y adolescentes es de su competencia y no de la de los padres, en contra de lo que dice la Constitución.
Las contradicciones son flagrantes: una adolescente no puede hacerse un tatuaje, pero puede casarse; no puedo comprar tabaco ni alcohol, pero puede abortar; no puede viajar al extranjero, pero puede tomar la píldora del día después; puede tener relaciones sexuales, pero su imagen no puede salir en televisión.¿Tiene sentido esto? ¿Es el papel del gobierno decidir lo que pueden hacer y no hacer los adolescentes? ¿Deben ser los padres los que lo decidan? ¿Sería mejor dejar que fueran los propios adolescentes los que decidan sobre todo lo que les afecta? ¿Cuándo los adolescentes están maduros para vivir en todo como adultos?

sábado, 16 de mayo de 2009

Tema abierto

Un blog es una buena herramienta para propiciar el debate. Pero uno de sus inconvenientes consiste en que el debate lo inicia uno, y los demás tienen que limitarse a participar en el tema propuesto o no escribir nada.
Así que se me ha ocurrido dejar los sábados para que el primero que entre inicie un tema sobre el que debatir.
Que empiece el más madrugador.

viernes, 15 de mayo de 2009

El pito del sereno

Aparte del triunfo del Barcelona, lo más destacado del partido del miércoles fue lo que ocurrió antes de empezar el juego. Cientos –quizá miles- de espectadores prorrumpieron en un gran abucheo con pitada a la llegada del rey, y mientras sonaba el himno nacional.
Algunos dicen que es una cuestión menor. Una pequeña anécdota que se inscribe en lo meramente deportivo, o cuasi-deportivo. Otros creen que significa mucho más que eso, que se trata de un síntoma de algo más profundo y más grave.
Yo creo que se trata de esto último. Los incidentes cuasi-deportivos consisten en que algún energúmeno lanza una botella al árbitro, o en que dos manadas de energúmenos se lían a mamporros dentro o fuera del campo.
Pero cuando una multitud –no media docena de descerebrados- se manifiestan contra su país y sus más altas instituciones democráticas, algo grave está pasando en la sociedad. Lo he dicho varias veces: una sociedad que camina alegremente hacia su autodestrucción es que está muy enferma.
Y esto tiene mucho que ver con el post de los “Conceptos desbaratados”, que –entre otras cosas- ha dado lugar a confundir el progresismo con el “¡Viva la Pepa!”, y la democracia con el pito del sereno. Son muchos los que de buena fe han aceptado el postulado zapateril de que todo da igual con tal de que dé votos.
A lo mejor estoy completamente equivocado, y es cierto que todo da igual. Ya lo veremos. Pero España es el único país del mundo desarrollado y democrático en el que una parte significativa de sus ciudadanos se avergüenzan de su nacionalidad; miran con recelo a su bandera; emplean eufemismos como “el estado” o “estepaís” para no nombrarlo, abuchean al Jefe del Estado, y consideran que la palabra “patriotismo” es una antigualla nauseabunda.
Ojalá estuviera completamente equivocado.

jueves, 14 de mayo de 2009

La vida duele

La sociedad actual intenta por todos los medios a su alcance evitar el dolor. El dolor físico y el psíquico. Desde los partos con anestesia epidural hasta la sedación en enfermos terminales. Desde anticiparnos a los menores deseos de nuestros hijos hasta los equipos de psicólogos que acuden tras una tragedia aérea, antes incluso que los bomberos.
Es innegable que se ha avanzado mucho desde aquellos tiempos en los que el barbero le extraía a la gente las muelas “a lo vivo”. El un gran logro que hayamos podido liberarnos de tantos y tan variados dolores físicos.
Sin embargo… ¿podemos decir lo mismo respecto a los dolores psíquicos? ¿es posible evitarlos? Si evitamos algunos ¿no aparecen otros? ¿sufre psíquicamente menos la gente de hoy en día que nuestros abuelos?
A base de intentar evitar cualquier dolor emocional ¿no nos estaremos volviendo muy blanditos y muy vulnerables?
Son muchas preguntas… Pero es posible que la humanidad siga soportando la misma cantidad de sufrimiento psicológico hoy que hace mil años. Puede que hayan cambiado mucho las cosas que producen ese dolor, pero el dolor sigue ahí, a nuestro lado.
Quizá sea que la vida duele.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Croqueta de boletus

Los langostinos deliciosos. El Enate como siempre, un vino que no defrauda. En vez de los mejillones me tomé una croqueta de Boletus que parecía hecha a mi medida.
En la terraza se estaba bien. La calle tranquila, sin demasiado ruido de coches. En la mesa de al lado dos chicas jóvenes reían hablando de sus cosas. Nada en el entorno hacía pensar en que en el Congreso los señores diputados estaban culpándose mutuamente de los problemas de “la cosa”.
¡Qué suerte tenemos! Vivimos en el mejor país del mundo –le dije a Paco mientras me servía la segunda copa-.
Pues sí, lo que pasa es que nunca estamos contentos con nada –me respondió.
Sí… -me quedé pensando-. Tiene que ser un gran país éste. Un lugar atípico, en el que ni la crisis más aguda desde hace 80 años, ni la incompetencia de un gobierno, ni la mediocridad de una oposición, ni el despilfarro generalizado, consiguen amargar un buen momento en una terraza al aire libre, con unas raciones exquisitas, y un vino con sabor a vida.

lunes, 11 de mayo de 2009

Es estado de "la cosa"

No sé por qué todavía lo llaman “debate sobre el estado de la nación”. Es evidente que el concepto de nación no es nada grato al poder actual. Por quitar el aroma nacional hasta el Instituto Nacional de Meteorología se llama ahora Agencia Estatal de Meteorología.
Hoy empieza el debate sobre “la cosa”. A diferencia de los últimos años, esta vez no voy a seguir los debates. No espero nada útil de ninguno. Son tan previsibles… Así que aprovecharé para hacer algo importante.
Zapatero dedicará su tiempo a decir que la crisis es global (“yo no he sido”); a repetir que el PP lo haría mucho peor (“tú más”); a pedir esa tontería de “arrimar el hombro”; a acusar a la oposición de alegrarse de la crisis; y de paso hará algún anuncio llamativo, para conseguir titulares de prensa que no contengan la cifra 5.000.000.
Después de los 2.500 euros por niño nacido, y de los 400 "porque sí", ahora toca regalar años de cobro de subsidio de paro.
La oposición volverá a decir que el gobierno anda peor que este blog (es decir: sin norte, pero además sin buscarlo); que no tienen ideas; y que nos lleva a todos hacia el abismo.
Da igual. Zapatero seguirá a lo suyo: la crisis que nunca existió, que provocaron otros, y que ya ha pasado. Y los ciudadanos seguirán también a su bola. Los que tienen el corazón entregado al PSOE se fijarán en que Rajoy no da soluciones, sólo defiende los intereses de los malvados empresarios, y en que Zapatero es un buen chico.
Y los que tienen declarada su fidelidad al PP, encontrarán que Zapatero es cada vez más patético, y que Rajoy es un tipo con poco carisma, que dice cosas con sentido común, y que sólo el PP nos puede devolver a la prosperidad.
Así que no voy a molestarse en seguir el debate de “la cosa”. Me iré a un pequeño bar que llevan dos hermanos que rondan los 120 años (entre los dos), y me tomaré unas colas de langostinos al Orio y unos berberechos a la plancha. Con un par de copas de Enate.
¡Ah! Si por casualidad los excelsos líderes se salieran del guión previsto… que alguien me lo diga.

Condolencia

Con-dolerse es sumarse al dolor de otro. No es sufrir porque ha sucedido un acontecimiento doloroso. Es sufrir porque el otro sufre.
Nos condolemos con el dolor de los seres queridos: cuando sufren los amigos, los padres o los hermanos. Pero el dolor que más nos duele es el dolor de los hijos. Cuando están enfermos, cuando sufren un accidente, pierden un empleo, o padecen un desengaño amoroso, ellos sufren… y nosotros sufrimos con ellos. Nos gustaría poder sufrir parte de su dolor, para que así ellos sufrieran menos.
Sin embargo, eso no es posible. Y aunque nos obliguemos nosotros mismos a sufrir mucho, con ello no conseguiremos que disminuya un ápice su propio dolor.
También podríamos contemplar el dolor de los seres queridos desde otra perspectiva: como algo inherente a la vida misma. Como algo que es, incluso, necesario y conveniente. Porque el dolor es lo opuesto al placer, y el que no conoce el dolor tampoco conoce el verdadero placer. De igual manera que para disfrutar del cansancio hay que estar cansado, para gozar con la comida hay que tener hambre, para experimentar alegría hay que haber conocido la tristeza.
Muchas personas han llegado a la edad adulta sin haber tenido jamás contratiempo alguno. Todo les ha sonreído, nada les ha faltado. Y sin embargo… no son felices. No han aprendido a disfrutar de nada, suelen ser exigentes, a menudo amargados, y muchos de ellos dependen de los ansiolíticos. Nos preguntamos: ¿Por qué es tan irritable si todo le va de maravilla? Sencillamente, porque la ausencia de dolor no les ha permitido valorar el placer.
Por eso, cuando los hijos sufren, es normal que nosotros suframos también. Pero al mismo tiempo podríamos alegrarnos porque con el dolor crecen, se hacen más fuertes, aprenden a ser más felices.
El dolor forma parte de la vida. Su pudiéramos –que no podemos- evitarles todo dolor a nuestros hijos les estaríamos privando de parte de su vida.

sábado, 9 de mayo de 2009

Cóctel de locura

Primero fue el gobernador del Banco de España: dijo que si no se hacían reformas en el sistema de pensiones, la Seguridad Social podría llegar a entrar en quiebra.
Después fue Joaquín Almunia, el comisario de economía de la U.E., quien insistió en que era preciso reformar el sistema, que a largo plazo no sería sostenible.
Ahora ha sido el Subsecretario de Estado de Seguridad Social quien lo ha definido con una frase muy gráfica: “El cóctel de más jubilados y menos cotizantes hace al sistema insostenible”.
Ha habido muchas más voces, claro: del FMI, de servicios de estudios de bancos, de fundaciones… todos repitiendo algo que parece sencillo, y que cualquier padre de familia o cualquier ama de casa entiende a la primera: no se puede mantener mucho tiempo una familia o una empresa, o lo que sea, donde se gasta mucho más dinero del que entra.
Sólo Don Tancredo se mantiene inmutable negándolo todo: “¡No, no, y no!”. Nada de reformas. Todo seguirá igual. Todo el mundo tendrá pensión. Todo el mundo tendrá subsidio de paro.
Semejante empecinamiento resulta difícil de creer. Algo así sólo se lo espera uno de un niño malcriado de cinco años… o de un loco.
¿Está loco nuestro presidente? Yo creo que no. No es muy listo, y es muy infantil. Pero loco no está.
Luego tiene que haber algo más detrás de esa actitud aparentemente irracional. Y sólo se me ocurre una: él ya sabe que el sistema es insostenible a medio plazo si no se cambian cosas. Él ya tiene decidido cambiarlas. Pero él no puede ser el malo de la película. Dar malas noticias le produce salpullido. Así que ha recurrido al viejo truco del globo sonda.
Primero se va creando el miedo… y él aparece como el que no quiere dañar a nadie. El debate crece… y poco a poco la gente va asumiendo que habrá recortes. Y cuando quién más quién menos se espera lo peor (jubilaciones a los 70 años; cómputo de toda la vida laboral para su cálculo; reducciones del 40%), entonces es cuando aparece Superman “el bondadoso”, y zanja la cuestión: ¡Todos tranquilos. La cosa no va a ser tan grave como la pintan. Se aumenta la edad de jubilación, pero sólo hasta los 67. Se congelan las pensiones, pero no se bajan. Sólo las máximas bajarán, pero sólo un 10%! Y el personal, que ya estaba acohonao, empieza a aplaudir con las orejas a Superman “el bondadoso”.
Esa debe de ser la estrategia.
¿O realmente está loco?

viernes, 8 de mayo de 2009

Conceptos desbaratados

2.500 años de pensamiento occidental han dado lugar a un sólido entramado de ideas, que a su vez se construyen poniendo en relación conceptos precisos y bien definidos. Antes de establecer una hipótesis o una teoría se necesita disponer de unos conceptos claros y entendibles por todos. Con conceptos ambiguos o imprecisos no se puede desarrollar una idea que merezca el nombre de tal.
El señor Rodríguez Zapatero, que no se distingue por su capacidad intelectual, ha contribuido de manera notable al desbarajuste general que impera en la sociedad en lo referente a los conceptos. Sus barruntos ideológicos, trazados a brocha gorda, están tan alejados de las ideas coherentes como el dibujo de un niño de seis años de un fresco de Miguel Ángel.
Ese escaso bagaje le ha llevado a producir afirmaciones extravagantes, como “las palabras no importan porque están al servicio de la política”; “la cintura es la esencia de la democracia”, “el concepto de España como nación es discutido y discutible” o “el diálogo es la solución a cualquier problema”.
Con semejante caos mental parece lógico que desde su alta posición haya conseguido contaminar a buena parte de una sociedad, que ya no sabe diferenciar lo bueno de lo posible; lo placentero de lo necesario; los sueños de la realidad; la voluntad del conocimiento, y la actitud de la aptitud.Con la irresponsabilidad del ignorante el buen hombre se ha cargado en cinco años toda la sabiduría acumulada desde Aristóteles hasta Lévi Strauss. De ahí la dificultad de mucha gente cuando le escucha para diferenciar entre conceptos como “bondadoso” e “ignorante”; “optimista” e “iluso”, o entre “sensato” y “vacuo”.

jueves, 7 de mayo de 2009

El patriarcado

Se suele pensar que el patriarcado es una forma de estructura social en la que las posiciones de poder están ocupadas por varones. En realidad esa definición no es correcta porque no es suficiente. Para que exista un patriarcado se necesita, además, que las mujeres estén excluidas de la posibilidad de ocupar esas posiciones.
Uno de los mitos del feminismo consiste en la idea de que las sociedades patriarcales fueron construidas por hombres, deliberadamente, y con el objetivo de mantener a las mujeres en una posición subordinada. Un mito útil para alimentar las ansias de revancha de algunas mujeres, pero sólo un mito, y como tal, falso.
Jamás, en ningún lugar del mundo y en ningún momento de la Historia ha habido una reunión de hombres en la que se haya decidido algo como “vamos a inventar el patriarcado para mantener a las mujeres dominadas y a nuestro servicio”.
La sociedad patriarcal surgió por sí sola, de una manera natural, en respuesta a las necesidades de adaptación de unos grupos humanos reducidos y muy vulnerables. Los hombres se especializaron en unas cosas y las mujeres en otras. Además no fue de manera caprichosa, sino obedeciendo a los imperativos de la naturaleza. Las mujeres eran las que gestaban, parían, y amamantaban a las crías humanas. Y esto ocurría de continuo durante toda su edad fértil.
Por eso se formaron patriarcados. Aquí y en Indonesia. En la selva del Amazonas y en las orillas del Llobregat.
Puede sorprender es que 20.000 años más tarde todavía sigan millones de mujeres ocupando una posición subordinada en las sociedades. Si descartamos la mala voluntad de los hombres ¿a qué puede deberse esa persistencia en la asimétrica asignación de roles en las familias y las sociedades?

miércoles, 6 de mayo de 2009

La sociedad anónima

Decía ayer Manu en un comentario: “vivimos en una zoociedad que es como es, y valora a priori lo externo y la imagen”.
Esto me ha hecho pensar en lo frecuentemente que consideramos a la sociedad como responsable de muchas de las cosas que no nos gustan. Sea el culto a las apariencias, el machismo, el consumismo, el egoísmo, o el botellón… casi siempre terminamos encogiéndonos de hombros y diciendo: “esta sociedad es así”.
Hablando con la gente, parece que nadie dé más importancia a las apariencias, nadie sea machista, ni consumista, ni egoísta, ni haga botellón. Todos condenan esas cosas, reniegan de ellas, y explican que es “la sociedad” la que es así.
Pero ¿qué es la sociedad? ¿quién es esa señora? ¿Los que la forman son siempre otros? ¿Nosotros no formamos parte de ella? ¿Ella tiene una personalidad propia, distinta a la nuestra? ¿Somos cómo abejas en un panal, sin capacidad para hacer algo diferente de lo que determina la sociedad? ¿Dónde queda el tan cacareado libre albedrío?
¿No será eso de culpar a “la sociedad” de todo lo que no nos gusta una manera inconsciente de escurrir el bulto ante nuestra responsabilidad individual?

martes, 5 de mayo de 2009

La imagen que no sale en la foto

Cada persona es diferente a todas las demás. Entre millones de fotos, no encontraríamos a dos personas idénticas (excepto en casos de gemelos univitelinos). Las diferentes formas, tamaños y tonalidades de cara, cabello, ojos, nariz, boca, orejas, etc. pueden dar lugar a un número infinito de combinaciones.
Algo parecido sucede con la personalidad. Rasgos como la extroversión, la afabilidad, la inteligencia, la dependencia, o la estabilidad emocional también pueden combinarse de infinitas maneras diferentes. Podríamos decir que la personalidad es la parte de nuestra identidad que no sale en la foto.
Ahora bien, ¿importa más el físico o la personalidad? ¿qué resulta más decisivo en la vida de una persona? ¿qué cuenta más para provocar acercamiento o rechazo? ¿Es cierto eso de que la cara es el reflejo del alma?

lunes, 4 de mayo de 2009

Amén

Las religiones desempeñan tres funciones principales: a) dar respuestas a infinidad de preguntas que se hacen los seres humanos; b) proporcionar consuelo psicológico prometiendo una continuidad tras la muerte, protección divina y un bálsamo para curar las heridas; y c) establecer un control social que ayuda a evitar la ley de la selva, proporcionando normas básicas de interés general, y facilitando también la aceptación de grandes injusticias.
La primera ha perdido mucha fuerza, a medida que la ciencia ha ido desvelando gran parte de los misterios que la naturaleza nos ocultaba.
La segunda sigue siendo igual de útil, y millones de personas se sirven de su fe como una muleta que les ayuda a soportar los sinsabores de la vida.
En cuanto a la función de control social la evolución ha sido muy diferente. En muchos países –especialmente en las teocracias islámicas- continúa ejerciendo un alto control sobre las conductas individuales y colectivas. Pero en otros –como ocurre en España- la religión ha perdido para millones de personas su papel de guía y referente.
La pregunta es ¿está la sociedad en condiciones de prescindir de ese control religioso?
Dicho de otra forma ¿pueden todos los individuos ejercer de vigilantes de sí mismos?
A todos nos gusta sentirnos libres, pero ¿estamos todos dispuestos a aceptar la responsabilidad del ejercicio de esa libertad? ¿O en el fondo preferimos que haya alguien que nos señale el camino?
¿No será que estamos trasladando la dependencia y la sumisión religiosas a una dependencia y una sumisión equivalentes, pero ahora hacia el Estado?

sábado, 2 de mayo de 2009

¿Idénticos o complementarios?

Son muchos los que sueñan con su “media naranja”. Esa compañía ideal para formar una pareja estable y feliz. A veces algunos la encuentran… hasta que descubren que no es exactamente “su” media naranja. Otros no encuentran nunca sino medias sandías o medios cocos (incluso cocos enteros, a veces).
También son muchos los que tienen claro el perfil de esa hipotética “media naranja”. Si les preguntas, te dan de inmediato una larga serie de características que van desde el color de los ojos, a los gustos culinarios.
Ahora bien, para que pueda formarse una pareja equilibrada y duradera, y que ambos estén satisfechos con la convivencia, ¿qué es más importante? ¿que sean lo más parecidos posible en personalidad, gustos, ideales, expectativas, etc.? ¿o que sean complementarios, aunque muy distintos entre sí?

viernes, 1 de mayo de 2009

El día de los fósiles

Hoy es primero de mayo de 2.009. Se celebra el Día del Trabajo, en recuerdo de una jornada de huelga que tuvo lugar en EE.UU. hace 120 años, para exigir la jornada laboral de ocho horas.
Durante muchos años fue una jornada reivindicativa, en la que los trabajadores se manifestaban para exigir mejoras laborales y salariales. En los últimos veinte años la participación ha ido descendiendo sin cesar, y el año pasado apenas participaron más que los líderes sindicales (que viven de eso), y unos pocos nostálgicos más.
Este año se va a celebrar el día del trabajo en el país donde más trabajo se ha destruído de la U.E., y los sindicatos se ponen de perfil, bien engrasados por las subvenciones multimillonarias del gobierno. Unos sindicatos plagados de burócratas muy bien pagados, que dicen defender los intereses de los trabajadores.
La vicepresidenta ha dicho que el gobierno “estará de corazón en las manifestaciones”, y el presidente pidió hace poco “cariño” a UGT. Todo muy idílico, todo muy empalagoso.
Pero además me llama la atención que el presidente del gobierno, que tantas veces ha acusado al PP de ser un partido antiguo, con ideas antiguas, y propuestas antiguas esté tan acorazonado con esta celebración tan vieja. Aparte de las celebraciones religiosas, es sin duda el acto multitudinario más antiguo en la España de hoy.
Es previsible que este año la participación sea algo mayor. Pero más de cuatro millones de españoles no tendrán nada que celebrar mañana.