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martes, 14 de diciembre de 2010

Cuando salí de Cuba

Me acuerdo de la vieja canción de Luis Aguilé al ver la nueva chapuza con la que el gobierno parece querer solucionar un grave problema: el del control aéreo.

No cabe duda de que el abandono masivo del puesto de trabajo por parte de los controladores el pasado día dos fue un acto gravísimo que causó perjuicios a cientos de miles de personas y unas pérdidas económicas aún no calculadas.
Pero sin quitar ni un ápice de la responsabilidad que les corresponde por ese acto, no se puede dejar de señalar la también grave irresponsabilidad de unos gobiernos que, primero aceptaron unas condiciones laborales desorbitadas, y después han sido incapaces de establecer un plan para racionalizar ese servicio.
Al final, se ha recurrido a un mecanismo de excepción previsto en la Constitución, lo que ha supuesto un gran alivio para los pasajeros que estaban tirados en los aeropuertos. Lo malo es que eso no soluciona el problema, sino que sólo es un parche –uno más- para salir del paso. Ahora el gobierno piensa pedir a las Cortes la prórroga del estado de alarma, y como es probable que el PP se oponga, tendrán otra razón para acusarles de antipatriotas.

¿Hasta cuándo piensa el señor Zapatero mantener el estado de alarma? ¿quizá hasta las elecciones generales de 2012? ¿Piensa militarizar también a los sindicatos si convocan nuevas huelgas generales? ¿Declarará en rebeldía al PP, IU, ERC y UPyD si no le apoyan? ¿Si no lo consigue, declarará el estado de sitio?

Si no fuera dramático, sería para morirse de risa. El presidente que quería parecerse a Obama, y que no se cansa de proclamar su aversión a “la derecha”, termina imitando a Ronald Reagan. Pero es seguro que él no piensa en Reagan. La afición a controlar la libertad individual se parece mucho más a otros estilos de gobierno. El de Hugo Chávez, por ejemplo. O el de Fidel Castro: solución de problemas manu militari.
España salió de Cuba en 1898 ¿Acaso querrá Zapatero que sea ahora Cuba la que entre en España emulando el estilo de gobierno totalitario? ¿Es esa su única salida en la alocada huída hacia adelante que emprendió hace unos meses?

jueves, 2 de diciembre de 2010

El Plan Z

Hace unos pocos meses el presidente Zapatero anunció una serie de duras medidas que incluían el recorte de salarios de funcionarios y la congelación de pensiones. A pesar de ello, no se logró recuperar la confianza en la solvencia de España. Voces como la de Fernández Ordóñez avisaron de que convendría que el gobierno tuviera listo un “Plan B” por si acaso el Plan A no daba resultado. Desde el gobierno saltaron como panteras negando toda necesidad de un “Plan B”, puesto que el “Plan A” era más que suficiente.

Como era de esperar –puesto que lo habían negado- ayer Zapatero anunció el Plan B. Venta de aeropuertos y loterías, y supresión de los 426 euros que cobran los que han agotado el subsidio de desempleo, entre otras cosas.

Los mercados han reaccionado bien, en principio a esos anuncios. Pero me pregunto si ese rebrote de confianza se mantendrá en el tiempo o durará tan poco como los buenos propósitos del presidente. Ojalá no sea así. Pero si algo ha acreditado Rodríguez Zapatero es que el número de sus anuncios es muy superior al de sus cumplimientos. Y eso lo van notando los inversores internacionales.

Que nadie se extrañe si dentro de un mes nos anuncia el “Plan C”, y después el “D”... Espero equivocarme. Pero me da la impresión de que mientras no se racionalice la Administración, incluyendo CC.AA. y ayuntamientos. El estado autonómico que hemos construido no será viable. Las CC.AA. han alcanzado tal peso en el manejo del dinero público, han creado tal red de clientelismo, y han quedado tan fuera de control del gobierno central, que sólo una cirugía de fondo podrá hacer manejable lo que queda de España.
Y tampoco hay que descartar que la confianza esté definitivamente perdida mientras el piloto que dirige esta nave se llame Rodríguez Zapatero. Probablemente la única medida definitiva sería el “Plan Z”, es decir: un plan de jubilación anticipada para el presidente, y un gobierno de concentración con otros protagonistas.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

WikiLeaks

Pues esta es la nueva palabreja que hemos tenido que aprendernos todos en las últimas semanas. Se trata de un sitio web creado para publicar todo tipo de informaciones “secretas” de gobiernos, empresas, y todo tipo de organismos. Los administradores de la web garantizan el anonimato a sus fuentes, y utilizan las posibilidades de internet para escabullirse de los controles oficiales.
En la última entrega han aparecido conversaciones de altos funcionarios de diferentes embajadas de EE.UU. por todo el mundo. Gracias a ellas sabemos que los embajadores hacían labores de espionaje que más bien pertencen al ámbito del cotilleo; que han informado de que Zapatero era un político cortoplacista con ideas de una izquierda trasnochada, y que han presionado a toda clase de funcionarios en interés de EE.UU.

El revuelo es monumental, y desde mi punto de vista, desproporcionado. ¿Acaso no se sabe que los embajadores en cada país se ocupan de averiguar todo lo que pueden y remitirlo a sus gobiernos? ¿o es que eso sólo lo hace EE.UU.? ¿Acaso no tienen como misión “trabajar” por los intereses de su país? ¿Para qué se les paga si no es para eso? Lo grave no es eso, sino –si fuera así- que los funcionarios presionados hubieran cedido a esas presiones.

Y respecto a los cotilleos y opiniones sobre mandatarios de todo el mundo, pues nada muy diferente de los cotilleos y opiniones que todos hacemos sobre familiares, compañeros, vecinos y conocidos. ¿Acaso no quedaríamos todos en evidencia si se hicieran públicos muchas de las cosas que decimos en privado? ¿No hemos hecho bromas crueles o dicho barbaridades sobre una cuñada, una tía, un vecino o un amigo?

Bienvenido sea WikiLeaks al mundo de la basura mediática. Si no teníamos bastante con Belén Ortega o la Pantoja y sus líos, ahora tenemos cotilleo a lo grande. Y de paso, como hasta ahora todas las informaciones se refieren a EE.UU., tenemos una buena ocasión para ratificarnos en lo malísimos que son los norteamericanos. Sería interesantísimo obtener los mismos datos de los gobiernos de Venezuela, de Irán, de Cuba, de China… o de España, sin ir más lejos.

martes, 30 de noviembre de 2010

Leones y corderos

Más le temo a un ejército de corderos conducido por un león que a un ejército de leones dirigido por un cordero.

La frase se le atribuye a Alejandro Magno, y ha sido reeditada en diversas ocasiones a lo largo de la Historia.
Podemos preguntarnos si tiene alguna semejanza con la situación actual de España. ¿Pueden definirse las relaciones de competencia en un mundo globalizado como una batalla entre diferentes ejércitos? ¿las actividades de los inversores internacionales se parecen a una guerra? ¿la sociedad española está formada principalmente por corderos o por leones? ¿el presidente que la dirige se parece más a un felino o a un óvido?
Y se me ocurre otra posibilidad: La de una sociedad de corderos dirigida por otro cordero. En este hipotético caso es probable que los corderos permanezcan mucho tiempo felices, encantados de tener al frente a uno de los suyos.
Pero ¿Qué posibilidades de éxito tendría un ejército así si tuviera que confrontarse con otros?

lunes, 29 de noviembre de 2010

El bandazo

Podemos medir el resultado de las elecciones al Parlamento de Cataluña en dos dimensiones claramente distintas: el eje izquierda-derecha de toda la vida, y el eje nacionalistas-no nacionalistas.

Desde el primero de ellos, y dejando al margen a C’s y SL, que no resultan muy homologables ni en la izquierda ni en la derecha, vemos que la suma de CiU y PP –partidos de derechas- da 80 diputados, frente a la suma de PSC, IU y ERC –partidos de izquierdas-, que da 48. Por lo tanto, el 59,25% de los catalanes han votado a partidos de derecha, mientras que sólo el 35,55% lo han hecho a partidos de izquierdas.

En el segundo eje la suma de CiU, ERC y SC, -partidos nítidamente nacionalistas- da un 56,29%, y la de los no nacionalistas un 43,70%. Eso considerando al PSC un partido no nacionalista, cosa bastante discutible desde la llegada a la Generalidad de Pascual Maragall.

Con ese 60% de voto a la derecha no es de extrañar la euforia del PP, que ve en estas elecciones el presagio de lo que ocurrirá en las próximas generales. Y probablemente tengan razón. Pero deberían tener cuidado con el exceso de alegría. El bandazo que pueden dar los ciudadanos españoles hacia la derecha no es mérito de Mariano Rajoy y sus muchachos, sino de la incapacidad histórica que han venido demostrando los de izquierda para sacar a los países de las crisis económicas, agudizada en el caso español por la ineptitud y la mendacidad del presidente del gobierno.

Nada nuevo bajo el sol. Volvemos al viejo dilema: “La derecha es más eficaz para producir riqueza, aunque la reparte de manera desigual. La izquierda la reparte mejor, pero no consigue crearla. En coyunturas extremas como la actual, esto es lo que, probablemente, nos espera con el actual gobierno de España: el reparto más igualitario… de la pobreza.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Lo urgente y lo importante

La policía encontró en Madrid, a las 3 de la madrugada, a un niño de 6 años que lloraba solo en el interior de un coche. Poco después encontraron a los padres, borrachos, que habían dejado al niño en el coche para irse de copas.

Es un lamentable ejemplo de lo que puede ocurrir cuando no se sabe discernir entre lo que es urgente y lo que es importante. Probablemente los padres quieren mucho a su hijo. Es casi seguro que si se les pregunta, jurarán que ese hijo es lo más importante para ellos.
Pero el hecho es que no dudaron en abandonar lo importante para acometer lo urgente: una noche de marcha, copas y juerga.

Hay miles de conductas semejantes en otros ámbitos muy diferentes. No es mal ejercicio pararse un poco a pensar en ellos.
¿A alguien se le ocurre algún ejemplo en el que por abordar lo urgente se deje de lado lo importante?

viernes, 19 de noviembre de 2010

La diosa Paridad

Con una crisis que no tiene pintas de solucionarse, con la incertidumbre sobre la solvencia de España revoloteando en los mercados internacionales, con casi cinco millones de parados, con miles de empresas que han tenido que cerrar, con cientos de ayuntamientos que no pagan a sus proveedores porque están en quiebra técnica, Zapatero anuncia que el gobierno dará preferencia en los contratos públicos a las empresas que tengan paridad de hombres/mujeres en sus cargos directivos.

Hijos de la Ilustración, los revolucionarios de la Francia de 1789 elevaron la Razón a la categoría de diosa. En 2004 los hijos de la LOGSE han proclamado diosa a la Paridad. Y ahí los tenemos: adorando la Paridad, confiando en que ella solucionará todos los problemas, convencidos en que la Paridad en los cargos directivos hará que las empresas sean más competitivas y eficientes. No es cuestión de inteligencia, de trabajo, de esfuerzo, de capacitación, no. La salida de la crisis depende de la Paridad.
¡Abajo la Razón! ¡Viva la Paridad!

jueves, 18 de noviembre de 2010

Defensor del profesor

Viendo este vídeo me asalta una gran duda.
¿Qué está pasando en una sociedad en la que mucha gente sensata cree que debe proclamarse defensora de los profesores?

martes, 16 de noviembre de 2010

Paso a paso hacia el abismo

El vértigo regresa a la economía mundial. Hace unos pocos meses Grecia tuvo que hincar la rodilla y renunciar a su soberanía en materia económica, a cambio de que la UE impidiera que se sumiese en el negro abismo de la quiebra.
¡España no es Grecia! dijo entonces Zapatero, con ese mismo aire solemne con el que asegura que el Sol gira en torno a la Tierra.
Estos días el segundo de la lista de PIGS se encamina cabizbajo al matadero. Tras la humillación de Zorba, parece que ahora le toca a Molly Malone.
¡España no es Irlanda! ha asegurado la ministra Salgado. Gracias al gobierno estamos aprendiendo geografía. Pronto les oiremos decir que España no es Portugal, y entonces será el crujir de huesos y el rechinar de dientes.

Tras la crisis que nunca iba a llegar a España; tras la recuperación del empleo que iba a empezar hace año y medio; tras los brotes verdes que nadie ha visto; tras ir viendo rapar una tras otra las barbas de nuestros vecinos; llegaremos –si alguien no lo remedia antes- a asumir algo tan sencillo como que España es España.
La nación de cuyo sentido duda su propio presidente de gobierno. El Estado que se ha dividido en 17 partes desiguales, de manera caótica, y sin que nadie pueda ya controlar el inmenso derroche. La sociedad que abrió sus brazos a cinco millones de inmigrantes en seis años. El país cuyos sindicatos paleolíticos tienen tanto poder como el gobierno democrático. El lugar en el que los niños cada vez aprenden menos en los colegios. El gallinero en el que todo el mundo sabe que hay que tomar medidas muy duras, pero en el que nadie quiere que le afecten a él. El sistema político en el que la oposición sólo piensa en derribar al gobierno, y cuyo gobierno sólo piensa en pisarle el cuello a la oposición. El establo en el que todo el mundo trata de chupar de la vaca, sin darse cuenta de que la vaca sólo se nutre del trabajo y el esfuerzo de los ciudadanos.

Yo le he dicho alguna vez a Pilar, en broma, que me haga un hueco en Suiza. Pero voy oyendo cada vez con más frecuencia a mucha gente joven que se plantea seriamente irse a otro lugar más serio. ¿Soy un pesimista?

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Sahara

La intervención del ejército marroquí en el campamento de El Aaiún ha vuelto a poner en el primer plano de la actualidad la cuestión del Sahara Occidental. Una historia penosa, se mire por donde se mire.

Penosa la situación de unos saharauis a los que se niega el derecho a la autodeterminación, expresamente reconocido por la ONU.
Penosa la actitud de Marruecos, que viene desoyendo ese mandato, que se niega a elaborar un censo, que ignora los derechos humanos, y que impide la presencia de medios de comunicación en la zona.
Y penoso el papel de los sucesivos gobiernos de España. Del último gobierno de Franco que salió huyendo de la zona, abandonando a los saharauis a su suerte. De los de Suárez que dejaron correr el asunto mientras Mohamed V afianzaba su posición. Del de Felipe González que miraba para otro lado, renegando de la tradicional defensa de los intereses del pueblo saharaui que siempre había ejercido el PSOE. Del de Aznar, que aunque se mostró firme frente a Marruecos en el asunto de Perejil, prefirió no mover un dedo respecto al Sahara. Y del de Zapatero, empeñado en una política exterior modelo “Tampax”: No se nota, no se mueve, no traspasa.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Pero ¿ustedes qué son?

A medida que UPyD va consolidándose en la mente de los ciudadanos como una opción digna de ser tenida en cuenta, es cada vez más habitual escuchar la misma pregunta: “Pero UPyD ¿es de izquierdas o de derechas?”. Los responsables del partido suelen eludir pronunciarse al respecto, e insisten en explicar sus propuestas dejando que sean los propios ciudadanos los que extraigan su opinión sobre el asunto.
Los medios de comunicación insisten en lo mismo: “Vale. Lo que ustedes dicen suena bien, pero ¿son de derechas o de izquierdas?”

Reflexionando sobre la cuestión, es fácil darse cuenta de que en España se ha producido una importante perversión conceptual, En cualquier país con una sólida tradición democrática son las ideas y las propuestas de los partidos los que determinan si se encuentran más a la izquierda o más a la derecha. Cada partido tiene su visión de la realidad social, y sus recetas para mejorar la sociedad y solucionar los problemas existentes. En función de esos diagnósticos y de esas soluciones, los ciudadanos saben dónde situar a cada partido en el eje izquierda-derecha.
En España, en cambio, ocurre algo muy diferente. Cada partido ha escogido la etiqueta que desea colocarse, y se autoproclama “de izquierdas” o “de derechas”. Una vez colocada la etiqueta, una buena parte de los ciudadanos ya no necesitan examinar lo que hacen esos partidos. Les basta con fijarse en la etiqueta. De esa manera los electores de derechas saben a qué partidos pueden votar y a cuáles no, y lo mismo ocurre con los de izquierdas.
Llegados a ese punto da casi igual lo que hagan los partidos, sus propuestas o sus decisiones de gobierno. Sean de derechas o de izquierdas pueden subir o bajar impuestos, poner el acento en la libertad individual o en el interés colectivo, o aumentar o disminuir la intervención del Estado en la sociedad. No importa. Pocos se fijan en lo que hacen, puesto que basta con mirar la etiqueta para que un ciudadano sepa si un determinado partido es “de los suyos” o no. El problema estriba en que no hay ningún organismo que certifique que la etiqueta responde al contenido.

Por eso resulta tan sorprendente para muchos la ambigüedad de UPyD: ¡No se han colocado la etiqueta! Y por eso mismo resulta tan saludable para la higiene democrática: al no disponer de una banderita que identifique una supuesta ideología, obliga a informarse, a enterarse de lo que proponen, a comparar argumentos y no sólo eslóganes. Y lo más novedoso: obliga a los electores a pensar.

viernes, 5 de noviembre de 2010

Regardez la gilipolluá

En un insuperable sketch de Tip y Coll, Tip concluye una serie de bobadas surrealistas sobre la forma de llenar un vaso de agua con la frase “regardez la gilipolluá”. Me ha venido a la mente esa expresión ante la medida del gobierno que hará que el orden de los apellidos de los niños sea por orden alfabético, si los padres no se ponen de acuerdo.

Hay que felicitar al gobierno. Ha sabido captar que el mayor problema de los ciudadanos era ese. Millones de padres se divorcian a causa de la discrepancia sobre los apellidos de sus hijos. Decenas de miles de bebés sufren graves trastornos psicológicos porque les han tocado unos apellidos mal colocados. Y lo que es más importante: esta medida tan reclamada por toda la sociedad pondrá fin definitivamente a las discriminaciones, las vejaciones y los sufrimientos de todas las mujeres. Ya se sabe: el orden alfabético en los apellidos de un bebé garantizan la prosperidad económica, el respeto en la pareja, y la felicidad eterna.

No obstante, sólo es un primer paso. Habrá que dar más. Habría que votar el orden de los apellidos de cada uno de los hijos. En caso de empata en la votación, deberían votar los abuelos, después los tíos, y por último los vecinos. También habría que crear un Observatorio de la Igualdad de Apellidos, para velar por el reparto equitativo entre los apellidos del padre y los de la madre.
Lo mismo debería hacerse con el nombre del niño. Si el padre quiere ponerle Zacarías, y la madre Abel, se registrará como Abel, por orden alfabético. Por las mismas razones, tendría que legislarse la manera de poner nombre a las mascotas, que son dramáticos los conflictos en los matrimonios cuando él quiere llamar al perro Tom, y ella quiere que se llame Toby.

Y la sociedad contempla pasmada como un gobierno camina de gilipolluá en gilipolluá hacia no se sabe dónde.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Mas, y más, y más

En plena precampaña electoral catalana, el candidato independentista Artur Mas no para de comparecer en los medios de comunicación. Se trata de aprovechar cualquier oportunidad para conseguir espacio mediático, y hacer propaganda electoral gratis.
Ayer dijo que el Papa tiene que ser consciente de que “viene a visitar una nación (Cataluña), y no una región mediterránea). El Tribunal Constitucional acaba de dictaminar que eso no es así, pero a los nacionalistas desbocados les importa un pimiento el TC, la Constitución, y todo lo que no sea su capricho enloquecido.
Hace dos o tres días le escuché en una entrevista en Onda Cero: hablaba del proceso de desarrollo autonómico, de las etapas que había que cubrir, de nuevas exigencias. El periodista le apostilló: “Pero, ese proceso tendrá un límite ¿no?”. Y él respondió tan tranquilo: “No. No hay límite en el proceso. Es un ciclo sin límites”.
Sorprendido, el periodista replicó: “Pero un ciclo, por definición, es algo siempre limitado”. A lo que Mas, reinventando la física y la geometría concluyó: “Este ciclo no tiene límites”.

No ha dicho nada nuevo. Cualquiera que analice la dinámica nacionalista sabe que es así: un proceso progresivo de distanciamiento de España que sólo concluye en la independencia. Es legítimo y democrático perseguir ese objetivo.
Lo que no es legítimo ni democrático es hacer trampas en el juego. Acogerse únicamente a las reglas que les conviene y despreciar las demás.
Y lo que es de una torpeza suicida es el aplauso, la comprensión, y el seguidismo que vienen haciendo los dos grandes partidos nacionales a ese proceso disgregador que no tiene fin. Probablemente, los libros de Historia de dentro de cien años describirán como la torpeza, la miopía, y la falta de grandeza de los dirigentes del PSOE y el PP les impidieron ponerse de acuerdo para legislar de manera que el proceso autonómico tuviera una línea de llegada. Podrían hacerlo. Entre los dos podrían reformar la Constitución.
Pero no lo van a hacer. Unos y otros van entregando miserablemente pedacitos de la nación a una minoría desvergonzada y tramposa. El nacionalismo es eso: Mas, y más, y más.

jueves, 21 de octubre de 2010

De la manifestación al ministerio

Hace menos de un mes el presidente Rodríguez Zapatero aseguró que la sustitución del ministro de Trabajo sería el único cambio en el gobierno. La vicepresidenta, con su énfasis habitual, insistió en lo mismo: “no va a haber cambios profundos”.

Así que, como nos merecemos un gobierno que no nos mienta, hoy el presidente ha anunciado que suprime dos ministerios, cesa a la vicepresidenta y a tres ministros, degrada a otras dos ministras, e incorpora cuatro caras nuevas.

Valeriano Gómez ha sido nombrado ministro de Trabajo. Sindicalista, fue administrador de la PSV, aquella cooperativa de viviendas de UGT que quebró y dejo a cientos de personas sin el dinero que habían aportado. Pero lo más esperpéntico es que el 29 de octubre estuvo en la manifestación de la huelga general contra las reformas del gobierno. ¡Eso es coherencia!

Por primera vez en la Historia, dos ministras han sido degradadas a secretarias de Estado. Un cambio meramente cosmético, ya que la estructura burocrática que sustentaban sus respectivos ministerios seguirá en pie, con los mismos gastos.

Leire Pajín ha sido nombrada Ministra de Sanidad. No consta que tenga ni repajolera idea de sanidad, pero eso es lo de menos.

Rubalcaba se convierte en el hombre fuerte del gobierno. ¿Tendrá algo que ver eso, junto a la vuelta de Fernando Jáuregui, con los tejemanejes en torno a ETA y sus acólitos?

El presidente del gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias, ha sido nombrado Secretario de Organización del PSOE. ¿Se dedicará a lo uno o a lo otro? ¿se acordará de las veces que ha acusado a Luisa Fernanda Rudi de haber dejado la alcaldía de Zaragoza al ser nombrada Presidenta de las Cortes?

Y a todo esto… nos hemos olvidado de la chapuza de los presupuestos, que era para lo que se habían reunido hoy los diputados.

miércoles, 20 de octubre de 2010

El trabajo decente

Sindicatos de todo el mundo celebraron –sin pena ni gloria- la Tercera Jornada Mundial por el Trabajo Decente.

¿Qué les pasa a los sindicatros? ¿por qué le quieren quitar el trabajo a las putas?

martes, 19 de octubre de 2010

Trapicheo y circo

Dice el diccionario de la RAE, trapicheo: ingeniarse, buscar trazas, no siempre lícitas, para el logro de algún objeto.

El presidente Rodríguez Zapatero puede nos ser un intelectual, puede tener una mentalidad de adolescente, puede ser un visionario amoral, y puede ser la antítesis del estadista. Pero a falta de mejores cualidades, es un excelente trapicheador. Acaba de culminar su enésimo cambalache: cambio de nombre a las provincias vascas y aguas territoriales para Canarias a cambio de unos votos que le permitan seguir dirigiendo un país que se cae a pedazos.

El parlamento queda convertido en un circo en el que los actores van saliendo a pista por turno para llevar a cabo su papel, sin que a ninguno le importe el papel de los demás. Ha dejado de ser el templo de la palabra. Nadie espera convencer a nadie. Nadie espera que nadie le dé argumentos sólidos. Salen, sueltan su parrafada, y luego votan lo que ya estaba escrito en el guión.

Y el público contempla el espectáculo entre eufórico y resignado. Todos saben que es una farsa, pero todos acuden a la representación, y todos vuelven a aplaudir cada cuatro años a sus favoritos. Y así seguirán hasta que se hunda el circo y queden destrozados entre las ruinas.

viernes, 15 de octubre de 2010

Trabajar más y cobrar menos

Eso es lo que dijo ayer Gerardo Díaz Ferrán que se necesita para salir de la crisis. Y los sindicatos –como era de esperar- no han tardado nada en saltarle a la yugular, apelando entre otras cosas a que no tiene legitimidad moral para hablar.

Creo que a nadie nos hace ni pizca de gracia esa idea. Ni queremos trabajar más, ni mucho menos con menores ingresos. Pero también es cierto que no siempre las cosas son como nos gustaría que fuesen. ¿Tiene razón el presidente de la patronal? ¿o se trata de una majadería sin sentido?

jueves, 14 de octubre de 2010

El protocolo

Durante el acto del desfile militar del día de la fiesta nacional, volvieron a escucharse abundantes pitos y abucheos al presidente del gobierno. Excepto éste, que ha dicho que eso “va en el sueldo”, casi todos los dirigentes socialistas se han apresurado a condenar a los que gritaron, aprovechando para tacharles de “extrema derecha”, y desvirtuando el sentido de las protestas, ya que iban dirigidas exclusivamente al presidente, y no contra las Fuerzas Armadas, ni contra la bandera, ni contra los caídos, como han dicho diversos ministros.
Para rematar la faena, la ministra de Defensa ha declarado que convocará a los grupos parlamentarios para acordar “un protocolo” que impida en lo sucesivo este tipo de manifestaciones.

¿En qué protocolo está pensando la señora ministra? ¿quizá en celebrar el desfile en una estación de metro cerrada al público? ¿en detener a todo aquél que no aplauda al paso del insigne jefe? ¿Acaso en prohibir el acceso a la Castellana a todo aquél que no disponga de carnet del PSOE? ¿O en que no asista al desfile el presidente?

Esos gritos fueron una nota discordante en un acto institucional. Pero la ministra de Defensa, José Bono, Pepe Blanco, y todos los que han salido a abroncar a los abroncadores se olvidan de que han sido ellos los que han ido propiciando este tipo de desahogos. Primero porque la gente de la calle no tiene otra ocasión de ver de cerca a Zapatero.

También porque llevan seis años practicando una política de “igual-da”. Han venido diluyendo el peso de las instituciones, de las celebraciones, y de los conceptos. Da igual que España sea una nación o no. Da igual que el matrimonio se produzca entre personas del mismo o de diferente sexo. Da igual si se negocia políticamente con terroristas. Da igual si el Estado se fragmenta. La política de “igual-da” la marcó Zapatero desde el principio de su acceso al poder. Quedó muy clara en sus instrucciones al Ministro de Asuntos Exteriores con ocasión de la cumbre de Barcelona, cuando le dijo textualmente: “Hay que firmar algo como sea”. Eso es. Da igual lo que se firme. El caso es firmar algo.

Y por último porque fueron ellos los que iniciaron una dinámica social nueva: la de trasladar la acción política de las instituciones a la calle, y la de sustituir el debate por el griterío de las manifestaciones. La ahora ministra de Defensa salió a manifestarse con una camiseta que decía “yo también soy Rubianes” después de que ese Rubianes hubiera dicho en TV3 “que se metan a la puta España por el puto culo”. ¡Eso sí que es protocolo!

No sé cómo se extrañan ahora de que la gente haya perdido el respeto a las altas instancias del Estado. Cuando uno se pierde el respeto a sí mismo, los demás no tardan en seguir el ejemplo.

viernes, 8 de octubre de 2010

Bienvenido, Sr. Gobernador

A diferencia del presidente del gobierno, tan aficionado a hacer profecías económicas que nunca se cumplen, el gobernador del Banco de España viene demostrando una gran capacidad para anticipar lo que se nos viene encima. Seguramente, la única diferencia entre los aciertos de éste y los patinazos de aquél consiste en que Fernández Ordóñez sabe de lo que habla, y Rodríguez Zapatero habla de lo que no sabe.

El caso es que Fernández Ordóñez ha vuelto a destapar la caja de los truenos.
Recomienda al gobierno que tenga listo un “plan B” por si las previsiones presupuestarias no se cumplen, y el déficit no se reduce. Asegura que las cláusulas de revisión automática de los convenios colectivos son un anacronismo disfuncional. Y señala que CC.AA. y ayuntamientos son en gran medida responsables del elevado déficit del Estado, y que el sistema autonómico que hemos construido resulta insostenible.

De una sola tacada, el gobernador del Banco de España ha despertado las iras del gobierno central, de los sindicatos, de los gobiernos autonómicos, y de los partidos nacionalistas. Todos los políticos en el poder se echan a temblar en cuanto abre la boca, porque pone el dedo en la llaga de ese tumor que amenaza la estabilidad de nuestro sistema democrático: hemos desarrollado un sistema autonómico cancerígeno, en el que el tejido de cada CA crece y crece sin límites, a costa del aniquilamiento del cuerpo del que forman parte, cada día más débil.

Son muy pocas las voces que reclaman una revisión de la Constitución y de las competencias otorgadas a las CC.AA. Casi nadie se atreve a reconocer que quizá hayamos ido demasiado lejos, y que lo razonable es que el Estado recupere algunas competencias a las que ha renunciado alegremente. Bienvenido sea el gobernador del Banco de España a este reducido club.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Talante deportivo

En un partido amistoso de fútbol, el presidente de Bolivia, Evo Morales, sufrió un golpe durante el juego. Y como es natural, haciendo gala de la alta responsabilidad de su cargo, y de su indiscutible estilo democrático y dialogante, supo reaccionar con gran elegancia.

Cada vez me siento más orgulloso de nuestro gobierno, que ha hecho todo lo posible para ganarse la amistad de hombres tan ilustres como Evo Morales o Hugo Chávez. ¿Será por “talante”?

martes, 5 de octubre de 2010

La información y el conocimiento

Tenía aparcada una noticia de la semana pasada, que me pareció interesante. Se trata del supuesto nombramiento por parte de la ONU de una embajadora ante los extraterrestres, la astrofísica malaya Mazlan Othman. La idea era que la embajadora coordinara la respuesta de la humanidad cuando se produjera un contacto real con alienígenas.

La noticia ha resultado falsa, pero la mayor parte de los medios de comunicación se hicieron eco de ella, dándola por buena. Y eso es lo que me parece interesante.

Ilustra la evolución del reparto de la información, y la brecha existente entre información y conocimiento. Durante muchos siglos, la información de la que cada persona disponía se limitaba a su familia, sus vecinos, su pueblo, y poco más. Sólo unas élites ilustradas disponían de una información más extensa. Una inmensa mayoría de la humanidad era analfabeta, y sus conocimientos se basaban en dos pilares: la llamada “sabiduría popular” y las enseñanzas de sus dirigentes religiosos.

Hoy la información está al alcance casi de cualquiera. Sin embargo, me parece que el conocimiento sigue estando muy restringido, como prueba el hecho de la facilidad con que damos por buenas las bobadas más espectaculares.

Un problema añadido consiste en que en otros tiempos la mayoría de la gente se sabía desinformada e ignorante, y por lo tanto actuaba en consecuencia, y se dejaba orientar por aquellos que a ellos les parecían dignos de confianza. Ahora todo el mundo cree que entiende de todo. Cualquiera se cree capaz de dar lecciones de economía, de pedagogía, de historia, de casi todo.

Y ahí está el dificil dilema: ¿qué es peor? ¿ser ignorante, saberlo, y dejarse llevar por otros que se pueden aprovechar de su posición privilegiada? ¿O ser ignorante, no saberlo, y tomar decisiones equivocadas en asuntos importantes, de los que no se tiene ni idea?

lunes, 4 de octubre de 2010

Rubalcaba

Ha habido elecciones primarias en el PSOE de Madrid. y Tomás Gómez –“el hombre que le dijo no a Zapatero” según dijo Rubalcaba- ha ganado a la candidata del presidente y del aparato, Trinidad Jiménez.

Las elecciones primarias son un ejercicio de higiene democrática que facilitan eso que manda la Constitución y que tan poco cumplen los grandes partidos políticos: la democracia interna. Suponen que los afiliados tomen la voz cantante en lugar de los cortesanos burócrtas aferrados al despacho oficial.

Simultáneamente El País publica una encuesta que otorga al PP 14 puntos más de intención de voto nacional que al PSOE; las previsiones electorales para el PSOE en Cataluña son catastróficas, y algunas encuestas le dan la mayoría al PP en Andalucía. El fuego artificial de Zapatero se extingue pòco a poco, y hasta sus aliados incondicionales –los sindicatos- le han montado una huelga general.

En paso de Zapatero por la secretaría general del PSOE y por la presidencia del gobierno de España cada vez se parece más a un erial. España puede quedar seriamente dañada en su fortaleza económica y en su cohesión social, y el propio PSOE puede tener que pagar un altísimo precio por estos años de ocurrencias, simplezas y bobads varias. Tomás Gómez puede ser el símbolo de una nueva cara del PSOE. Pero también aparece con fuerza la cara de Alfredo Pérez Rubalcaba, como posible salvador de un partido arruinado por la incompetencia.

¿Puede ser el veterano Rubalcaba el conductor de un PSOE nuevo?

viernes, 1 de octubre de 2010

Los presupuestos

Ayer tuvo lugar el rito de entrega del proyecto de Presupuestos en el Congreso. Hace años iba un empleado con una carretilla cargada de papel; después fue un CD; ahora un “pen”. El soporte es lo de menos.

Son unos presupuestos tristes, forzados por la grave situación del país. A pesar de que la crisis pasó ya en marzo pasado, los presupuestos prevén un crecimiento del desempleo, y el crecimiento que contempla es muy escaso –otra cosa es que se produzca realmente-. Se reducen un 30% los gastos en infraestructuras. Y se reducen muchos gastos –en desempleo también-. Vale.

Pero ¿por qué no se reduce ni un sólo euro en las asignaciones a los partidos políticos, los sindicatos y la patronal? Ni un sólo euro. Los partidos políticos reciben dinero del Estado por varias vías: una cantidad por voto recibido cada vez que hay elecciones. Otra –muy sustancial- por cada escaño conseguido en cualquier institución.

Cuando vamos camino de los cinco millones de parados, cuando los funcionarios ver rebajado su sueldo, cuando los jubilados ven congeladas sus pensiones, cuando cientos de empresas cierran ¿es imprescindible que unos partidos políticos desacreditados, y que parece que sólo saben crear problemas, nos cuesten un ojo de la cara?

jueves, 30 de septiembre de 2010

La violencia por delante

Y pasó la huelga general, esa que Zapatero siempre había dicho que a él no se la iban a hacer. Se la han hecho.
Contemplando los periódicos, escuchando las emisoras, y las opiniones para todos los gustos de la gente, creo que el 29 de septiembre de 2010 la verdadera protagonista ha sido una señora muy indeseable: la violencia.
La violencia ha dominado la actualidad en Barcelona, donde grupos diversos de ocupas, antisistemas, y radicales de todo pelo han montado la de Dios es Cristo, ante la mirada casi complaciente de los mossos d’esquadra de Saura. Sí, Saura, el mismo que dijo hace unos años que el movimiento ocupa era una forma cultural diferente.
Y la violencia ha dominado las informaciones sobre la huelga, cuyos actores principales han sido los piquetes. Como de costumbre, han inutilizado cerraduras con silicona, han cortado carreteras, han impedido la salida de vehículos de cocheras, han impedido la entrada de trabajadores a fábricas, han insultado, han amenazado, han causado destrozos, y han herido a varios policías.
Se quejan los sindicatos de que la reforma laboral supone un paso atrás en los derechos de los trabajadores. Pero no quieren ver que su estilo fascistoide de imponer la huelga supone un gran paso atrás en los derechos y libertades democráticos.
Como de costumbre, volveremos a escuchar cifras dispares en cuanto al seguimiento. Los sindicatos dicen que ha sico un éxito, y la patronal que no tanto. Los periódicos califican la huelga desde “éxito moderado” hasta “fracaso absoluto”.
Pero da igual ¿qué importa cuántos trabajadores han dejado de trabajar? Eso sólo tendría sentido tenerlo en cuenta si los que no han trabajado lo hubieran hecho todos voluntariamente. Digan lo que digan, los sindicatos no miden el éxito de una huelga por el seguimiento de los trabajadores, sino por su capacidad de impedir que trabajen.
Zapatero no puede echar marcha atrás. La confianza en la solvencia de España vuelve a estar en entredicho, y una actitud dubitativa tendría graves consecuencias.
Todos salimos perdiendo con esta huelga. Los sindicatos quedan más desacreditados por los excesos de los piquetes, y por no haber reaccionado antes, impasibles ante el meteórico ascenso del desempleo. Zapatero porque está atrapado entre sus convicciones pueriles y la dura realidad de la economía mundial. España porque la imagen de conflictividad no es el mejor reclamo para los inversores. Sólo la violencia ha ganado.
¿Tiene futuro una nación en la que la violencia se impone a la razón?

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Comandos ICA

Día de huelga general. Día de despropósitos. Día en que el estado de derecho se pone de rodillas.

Porque la huelga es un derecho y el trabajo también. Pero son los que más defienden el derecho al trabajo los que hoy se esfuerzan en impedir que se trabaje.
Porque la ley dice que la autoridad establecerá los servicios mínimos para lo que se considera servicios esenciales. Pero la autoridad renuncia a cumplir la ley y se pliega a “negociar” esos servicios mínimos con los que quieren que no haya servicios mínimos.
Porque en un estado de derecho el Estado tiene el monopolio del uso de la furza. Pero hoy el Estado renuncia a ese principio, y permite que unos particulares utilicen la fuerza para impedir que otros particulares puedan trabajar.
Porque todo el mundo da por bueno que existan unos “piquetes informativos” que tuvieron sentido en el siglo XIX, cuando la gente carecía de información sobre la huelga. Pero hoy todo el mundo sabe qué es una huelga, de qué va, y contra quién va.
Porque se sigue llamando “piquetes informativos” a lo que en realidad son Comandos ICA (Comandos Informativo-Coactivos-Agresivos).
Porque esos Comandos ICA se comportan como matones, como los mafiosos de los años 30 en EE.UU., como los fascistas de Mussolini, empleando la violencia para obligar a los demás a que hagan lo que ellos quieren.
Porque nunca ningún miembro de ningún piquete tiene que responder ante la justicia por los delitos que se comenten en un día de huelga general.
Porque todos permitimos que una inmensa minoría se adueñe de un país, de sus carreteras, de sus calles. Exactamente igual que los bárbaros de la kale borroka.
¿Cuándo seremos capaces de poner a los sindicatos en su sitio? ¿cuándo entenderemos que los sindicatos son importantes para la defensa de los derechos de los trabajadores, pero no pueden convertirse en los amos del país? ¿Cuándo aprenderemos que todos los derechos están limitados por otros derechos?

martes, 28 de septiembre de 2010

Difícil elección

He oído por ahí que UGT y CC.OO. han convocado una huelga general para mañana. Al parecer la huelga va contra el gobierno, por haber recortado los derechos de los trabajadores con su reciente reforma laboral, por haber congelado las pensiones, y por preparar un aumento de la edad de jubilación. Esta convocatoria de huelga general me ha colocado ante un difícil dilema.

El presidente Zapatero nos viene empujando a todos hacia el abismo desde hace años. Con una sonrisa, eso sí. Con mucho diálogo, eso también. Con “sólidaridaz”, claro. Intenta engañarnos por la mañana y por la tarde, insulta nuestra inteligencia, y se ha especializado en crear toda clase de problemas donde no los había. Así que lo mejor que podría hacer yo es sumarme a la huelga y asistir a la manifestación, para darle un capón a este personaje que no debería haber llegado más allá que a presidente de su comunidad de vecinos.

Pero los señores que me invitan a hacer huelga y a manifestarme son los mandamases de unas organizaciones neolíticas, que piensan como en el pleistoceno, y actúan como en el jurásico. Eso sí, disponen de cientos de miles de trabajadores “liberados” (liberados de trabajar, claro), de cientos de asalariados directos (a los que no siempre pagan lo que deben), y además se alimentan fundamentalmente de las subvenciones que este gobierno amigo les regala con cariño. Estos sindicatos se contentan con defender sus privilegios, su influencia política, y por último los intereses de los trabajadores fijos de las grandes empresas. Les importan un caracol los trabajadores temporales, los autónomos, los parados y los jubilados. Presumen de demócratas, pero harán todo lo que puedan para boicotear el transporte e impedir que los trabajadores que lo deseen puedan acudir al trabajo.

También hay que considerar las consecuencias económicas de una huelga así en la situación actual del país. Con mucho dolor, mi decisión está clara. En la pugna entre estos dirigentes sindicales y el presidente del gobierno, yo me quedo con el presidente del gobierno. Aunque no sea más que porque a éste tenemos la posibilidad de echarlo en las elecciones, mientras que a estos señores no. Están enquistados en la sociedad, parasitando el trabajo y el esfuerzo de los verdaderos trabajadores.

lunes, 27 de septiembre de 2010

La princesa de hojalata

Entre la variada fauna que pulula por los platós de televisión pateando el diccionario y dando clases magistrales de zafiedad y de ignorancia, destaca estos días el espantajo de una señora cuyo único mérito conocido es el de haber estado casada con un torero. Una cadena de televisión, consciente del tirón que tiene la bazofia para una buena parte de la audiencia, la ha encumbrado al trono de hojalata, haciéndola llamar “la princesa del pueblo”.

Hasta aquí nada novedoso. Hace años que millones de españoles se drogan con un caldo hecho de vísceras, que les sirven a diario las televisiones. Lo nuevo es que a alguien se le ha ocurrido haces una encuesta preguntando a la gente sobre lo que haría en el caso de que el personajillo al que no voy a nombrar formara un partido político y se presentara a las elecciones generales: Y lo más desolador ha sido el resultado: sería la tercera fuerza política por número de votos, por delante de IU, y obtendría cinco diputados en el Congreso,

Mi primera reacción cuando leí la noticia fue de escepticismo. Después de duda. Pero luego me di cuenta de que era creíble. Los españoles votamos así: con las vísceras. Tenemos ejemplos bien recientes.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Los nuevos aristócratas

Los comisarios europeos son unos señores designados por sus respectivos gobiernos –generalmente para agradecerles favores y, de paso, alejarlos de la escena política nacional-. Mandan mucho, viajan mucho, están lejos del punto de mira de la crítica de la opinión pública, y ganan unos 20.000 euros mensuales, dietas y más zarandajas aparte (ahí está el caso de un ex-alcalde de Zaragoza que al ser elegido diputado europeo se censó en Canarias para cobrar más dinero en concepto de dietas).

Pero todo se acaba en esta vida, y llega un momento en que el pobre comisario –tan sufrido él- tiene que dejar el cargo. Dramática situación cercana a la indigencia. Por eso, la U.E. les sigue pagando 96.000 euros anuales durante tres años, incluso si tienen otro trabajo, con tal de que no ganen más de 20.000 euros mensuales.

La cuestión de lo que cuesta mantener a tanto burócrata de todo pelaje merece una reflexión. ¿Cuántos altos cargos y funcionarios viven del sueldo de los organismos de la UE? ¿cuántos en los de la ONU y sus agencias? ¿Alguien dispone de esas cifras? ¿cuánto nos cuestan? ¿Se necesitan tantos?

La Revolución Francesa acabó con el Antiguo Régimen, y con las prerrogativas de una nobleza parásita, con un insultante nivel de vida, mientras el pueblo pasaba todo tipo de penurias. Ahora la cosa es diferente: la nueva aristocracia la forman los burócratas de la política. Muy democráticos, eso sí. Más de la mitad de los diputados del Congreso de España no han trabajado nunca en una empresa, y siempre han vivido de la política. Estos nuevos aristócratas viven infinitamente mejor que la inmensa mayoría a la que dicen representar, y con la que poco tienen en común. La principal diferencia es que en el Antiguo Régimen los nobles solían ejercer la caridad con los más pobres, mientras que estos nuevos privilegiados reparten subsidios y subvenciones a diestro y siniestro.

Pero volveremos a votarles.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

El precio del voto

La Junta de Andalucía pagará 1.800 euros a todas las mujeres mayores de 65 años que declaren que sufrieron alguna vejación durante el franquismo.

No necesitarán probar que las vejaciones tuvieron lugar. Bastará con una declaración jurada. No se necesita que hayan sido encarceladas, ni condenadas, ni siquiera detenidas. Bastará con que digan que un falangista las obligó a ingerir una cucharada de aceite de ricino, o que les rapó el cabello.

Uno se pregunta si con la situación económica actual es ese el mejor destino que se le puede dar al escaso dinero que le queda a la Administración. Uno se pregunta qué pensarán al respecto los miles de proveedores y pequeños empresarios a los que la Junta de Andalucía debe desde hace meses las facturas por los servicios y trabajos realizados. Uno se pregunta que por qué sólo se va a indemnizar a las mujeres. Uno se pregunta que por qué no a las mujeres gallegas o aragonesas que también sufrieron alguna vejación. Uno se pregunta que por qué ahora que faltan unos meses para las elecciones municipales. Uno se pregunta que si no tendrá algo que ver con la pérdida de expectativa de voto del PSOE en Andalucía.

Con la crisis el precio de un voto ha subido muchísimo. En las generales de 2008 costaba 400 euros. Para las próximas municipales ya cuesta 1.800.

Uno se pregunta hasta cuando va a utilizar la izquierda española el espantajo de Franco y de la guerra civil para impedir que se instale por fin un sistema verdaderamente democrático, en el que sea tan legítimo votar a la derecha como a la izquierda. Uno se pregunta hasta cuando muchos españoles van a seguir dejándose manipular con ese timo de obligarles a estar pendientes del pasado lejano, para que se olviden del pasado reciente, y para que no se fijen mucho en el presente.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Yes to war

El jefe del grupo parlamentario del PSOE en el Congreso explicó ayer por qué las tropas españolas en Afganistán no están en una guerra. La razón es muy sencilla: es que están en una “war”. El conocido filólogo Alonso se ha extendido sobre la polisemia de la palabra “war”, de donde se desprende que cuando Obama habla de “war” no se refiere a una guerra sino a una “war”. Y no es porque Obama hable en inglés, sino porque una “war” es una cosa y una “guerra” es otra cosa muy diferente.
En conclusión, que el PSOE tiene las ideas muy claras: no a la guerra, pero “yes to war”.

Festival del eufemismo. Adoración al dios de lo políticamente correcto. Cambiemos el nombre a todo para no tener que cambiar nada. España se llama “estado español”. El ministerio de Trabajo se dedica a gestionar el desempleo. El de Sanidad se ocupa de los enfermos. El de defensa impone la paz en lejanos países. El de Igualdad se esfuerza en subrayar que existen dos sexos bien diferentes. ¡Abajo el diccionario! ¡Lapidemos a María Moliner! ¡Covarrubias al paredón! Seguro que Cervantes era del PP.
Lo dijo el insigne estadista a los pocos meses de llegar al poder: “las palabras no importan”.

martes, 14 de septiembre de 2010

Cantinflas

Mario Moreno, Cantinflas, era un actor mejicano, de mediados del siglo pasado. Destacaba por aspecto desastrado, la ternura de los personajes que representaba, y una verborrea descabellada. Hablaba y hablaba. Producía frases alambicadas en las que nada tenía sentido, y sin que nadie pudiera nunca estar seguro de lo que había querido decir.

El presidente Rodríguez Zapatero ha vuelto a tener una intervención memorable, esta vez en el Foro de Oslo, organizado por el FMI. "Debemos tener una visión distinta de lo que es desempleo y empleo. Una persona cuando está formándose está trabajando para un país, esto es lo que hemos descubierto de la crisis, que la formación y la innovación es fundamental". han sido sus palabras.

Sencillamente magistral. El presidente ha encontrado la manera de hacer desaparecer el fantasma del desempleo. Según su tesis, todo el mundo está empleado. Los parados porque hacen cursos; y los adolescentes y los niños porque se están formando. Pero el argumento da para mucho más: los jubilados están empleados porque van a recoger a los nietos al colegio; los inmigrantes sin papeles también, porque venden pulseras de bar en bar; los presos se están reinsertando; y los que están ingresados en un hospital contribuyen a la innovación en materia sanitaria.
Así que ya lo saben: cuando oigan hablar de cuatro millones de parados en España, ríanse, es una broma. O una maldad de la oposición. Aplicando la nueva teoría sobre el empleo y el desempleo de este genio del malabarismo, no hay ni un sólo desempleado en España.

Por supuesto, nada tiene que ver todo esto con Cantinflas. Pero ¡qué le voy a hacer! me viene a la mente una de sus frases esperpénticas “Democracia, mire usted, según la lengua española traducida al castellano, quiere decir demo, como quien dice dimo y dimo con qué nos quedamos. Y cracia, que viene a ser igual, porque no es lo mismo”

viernes, 10 de septiembre de 2010

El cáncer del fanatismo

Un pastor norteamericano llamado Terry Jones ha promovido la quema de ejemplares del Corán en la próxima conmemoración de los atentados del 11 de septiembre.
Como consecuencia se ha desatado un bueno lío a nivel mundial. La Interpol ha lanzado una alerta mundial en previsión de atentados generalizados, y altos cargos del gobierno de EE.UU. aseguran que la quema del Corán puede dar lugar a gran número de víctimas entre los soldados estadounidenses.

Parece surrealista que la locura de un fanático –el pastor Jones-, que sólo cuenta con una cincuentena de seguidores, haya dado lugar a semejante lío. Los medios de comunicación –como casi siempre- han desempeñado un buen papel para desorbitar el asunto, y el acojonamiento antropológico del mundo occidental ha hecho el resto.
El asunto pone de relieve la claudicación de las sociedades occidentales respecto a sus propios valores más fundamentales. Al igual que ocurrió con el asunto de las caricaturas de Mahoma en un diario danés, todo el mundo se echa a temblar ante la idea de que los islamistas radicales puedan molestarse.

Desde luego, no se trata de resucitar las Cruzadas. Pero ¿cuándo vamos a ser capaces los occidentales de plantarnos frente a los caprichos y las impertinencias de los islamistas? ¿por qué les damos toda clase de facilidades para que expandan su odio hacia Occidente desde mezquitas situadas en Occidente?

Está muy extendida la idea de que “dos no discuten si uno no quiere”. pero como tantas otras sentencias populares no es del todo cierta. Dos no discuten si uno no quiere… y siempre que ese uno esté dispuesto a someterse por completo al otro.
Sólo hay dos maneras de evitar la discusión con alguien cuyo único objetivo es esclavizarnos: mantenerse lejos del otro, o someterse a esa esclavitud. Llevamos años haciendo lo contrario de la primera condición. Y pasito a pasito vamos haciendo lo segundo, a base de pequeñas renuncias al valor fundamental de la democracia: la libertad de expresión.
El fanatismo es un cáncer social, y contra el cáncer no basta con buenas palabras ni con infusiones de valeriana.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Espíritu de ONG

Hace unas décadas las relaciones afectivo-sexuales reconocidas entre hombres y mujeres se clasificaban en dos categorías: novios y matrimonios, siendo la primera un estado previo y orientado siempre a la segunda. Además, existían otra clase de relaciones no reconocidas y socialmente mal vistas: amancebamiento, concubinato, adulterio, y contactos sexuales a través de la prostitución.
Las costumbres evolucionan, y cada vez adquiere más proporción un tipo de relación diferente, para la que no existe una denominación clara. Unos lo llaman “amigos con derecho a roce”, otros dicen que son “compañeros”, y otros, que simplemente son “pareja”.
Se trata de personas que se quieren, que pueden convivir o no, y que mantienen relaciones sexuales con regularidad. Cuando conviven, la relación es idéntica a la del matrimonio, excepto en que no está refrendada jurídicamente, por lo que carece de una regulación en cuanto a derechos y obligaciones.
¿Por qué cada vez más gente decide establecer ese tipo de relación? ¿por qué se elude cada vez más la oficialidad del matrimonio? ¿Hay mucho miedo al compromiso?
Sí que hay un rechazo al compromiso, pero yo no creo que pueda definirse como “miedo”. A veces pido en un bar una ración de chipirones, o de gambas, y cuando el camarero me pregunta que si quiero pan, le digo que no. Pero no es porque yo le tenga miedo al pan: es que prefiero comerme los chipirones y las gambas. Esto es lo que le ocurre a gran número de personas: ¿para qué adquirir compromisos, responsabilidades, y obligaciones, si se puede hacer exactamente lo mismo sin pasar por ese aro?
A mí me parece que es lo lógico, en la medida en que van llegando a la edad de formar pareja oleadas de adolescentes que han sido educados en el “espíritu de ONG”. Es el resultado de un tipo de educación que gran número de padres vienen practicando desde hace tres décadas. Los jóvenes adquieren una escala de valores determinada, que les lleva casi necesariamente a eludir cualquier compromiso. Cada vez más gente joven se enfrenta al mundo con ese espíritu ONG: Obligaciones No, Gracias.

martes, 7 de septiembre de 2010

El hombre que pasaba por allí

Jesús Neira era un perfecto desconocido. Un día la casualidad quiso que pasara junto a una pareja que reñía, y decidió intervenir para defender a la parte más débil. Como consecuencia de ello sufrió lesiones que le causaron un largo coma. Podía haber pasado de largo; podía haber llamado inmediatamente al 091. Pero optó por intervenir directamente y enfrentarse a un energúmeno.
A partir de ahí los medios de comunicación lo convirtieron en un ídolo. Un ídolo inmóvil y silencioso, en la antesala de la muerte. Y la gente lo convirtió en un mito: ¡el héroe! ¡el hombre ideal! ¡el adalid de la defensa de las mujeres!
Pero el ídolo “resucitó”, y los políticos se lanzaron a la caza de aquél estandarte que significaba muchos votos. Se lo llevó Esperanza Aguirre, y lo nombró PCAOVGCM. Sí, sí. Nada menos que Presidente del Consejo Asesor del Observatorio de Violencia de Género de la Comunidad de Madrid.
Una vez que el buen señor dejó de ser un perfecto desconocido empezó a hablar, y se empezó a ver que igual no era tan maravilloso como los medios de comunicación lo habían pintado. Pronto se convirtió en un elemento incómodo para la presidenta de Madrid. Por eso, aprovechando que ha sido condenado por conducir con una tasa de alcohol superior a la permitida, ha decidido librarse de él.
¿Podemos extraer alguna reflexión de todo esto? ¿Está la opinión pública en manos de la prensa? ¿Nuestras ideas y opiniones dependen casi por completo de los espejismos que decidan crear los medios? ¿Este hecho explica por qué los políticos se han convertido en la casta menos valorada por los ciudadanos? ¿Se colocan al frente de organismos públicos no a los más capacitados sino a los más mediáticos? ¿Pronto tendremos a Casillas como presidente del gobierno?

lunes, 6 de septiembre de 2010

El pedo

Todos los vecinos del pueblo se hallaban reunidos en la iglesia para decidir qué hacer. El nido de cigüeñas que había sobre la techumbre del templo había seguido creciendo, y su peso amenazaba la vieja estructura. Todos coincidían en que había que hacer algo urgentemente si no querían que el templo quedase en ruinas.
No se ponían de acuerdo. Uno proponía matar a tiros a las cigüeñas. Otro prefería ponerles veneno. Aquél sugería construir otro nido en un lugar diferente y éste decía que lo que había que hacer era reforzar las vigas.
Entonces apareció don Julián, el sacristán medio sordo, que llevaba un paquete a la sacristía. Justo al entrar en ella se oyó un sonoro pedo, y el hombre continuó como si tal cosa. Pero a partir de ese momento todos los congregados dejaron de hablar del tejado y de las cigüeñas, y todo fueron comentarios, risas, críticas, burlas y compasiones a cuento del pedo del sacristán. La reunión se disolvió sin tomar decisión alguna. A la semana siguiente el tejado de la iglesia se vino estrepitosamente abajo.

La pandilla de delincuentes de ETA han hecho público un comunicado en el que dicen que van a suspender los atentados. Pues qué bien. Yo les diría que como si se operan de hemorroides. Allá ellos. A la sociedad debería importarle un pimiento lo que digan estos fanáticos. Se les sigue buscando, deteniendo, juzgando y encarcelando. Y punto.

Pero no va a ser así. Se han tirado un pedo. Como cada vez que abren la boca: apesta. Y todos vamos a estar dándole vueltas al pedo, olvidando los gravísimos problemas económicos que aquejan a esta sociedad. El presidente no podrá dejar pasar la única oportunidad que le queda de recuperar algo de su pisoteada credibilidad. La oposición pondrá el grito en el cielo, y el gobierno volverá a oponerse a la oposición. Los periodistas dedicarán páginas y horas a analizar el pedo. Y la gente corriente nos olvidaremos de la amenaza de las cigüeñas.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Premio a la irresponsabilidad

Hace unos días fueron por fin liberados los dos españoles que habían sido secuestrado hace nueve meses por Al Quaeda, en Mauritania. Todos nos alegramos de que hayan salvado la vida, naturalmente; pero quizá deberíamos reflexionar sobre algunas cuestiones.

Nadie duda de que el gobierno ha pagado un buen rescate –aunque no puede reconocerlo, porque sería un delito-. Además, docenas de funcionarios de los ministerios de Asuntos Exteriores y del Interior se han dedicado al asunto, y han tenido que realizarse gran número de viajes a diversos países de África. ¿Cuánto nos ha costado traer a su casa a estos dos señores? Lo ignoro. Pero, si duda, muchísimo dinero.

A menudo se dice que la vida humana no tiene precio, y desde ese punto de vista habría que dar por bien empleado el dinero que se haya gastado. En cambio, es más discutible que los que tengan que pagarlo seamos todos los españoles, y no los interesados. Porque los españoles no hemos enviado a esos señores a recorrer el desierto subidos en sus camiones. Seguramente para un buen fin, pero también porque no deja de ser una aventura apasionante.

Ya son muchos casos –el Playa de Bakio, el Alakrana, por ejemplo- en los que la irresponsabilidad o la insensatez de unos, tenemos que pagarla otros. Yo me sentí indignado cuando escuché al responsable de la asociación declarando que no le importa quién haya pagado, que enseguida iban a organizar otra excursión similar.
¿Para cuándo una ley de responsabilidad, que deje claro para todos que las consecuencias de conductas de riesgo deben asumirlas los que afrontan voluntariamente ese riesgo?

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Septiembre

Amanece y el azul del cielo se ha vestido de un tenue gris ennubado. El calor afixiante da un paso atrás, y el aire que entra en los pulmones tiene un color más fresco. El ruido del tráfico en la calle ha aumentado dos grados. La gente camina un poquito más deprisa. Es septiembre.

Huele a nuevo curso escolar, a libros y cuadernos nuevos, a calcetines largos, a jersey. Retornan a las emisoras las tertulias políticas, los sindicatos se desperezan, los políticos regresan al gallinero dispuestos a picotearse sin sentido entre sí.

En el archivo de la nostalgia se abre otro apartado con el pedazo de vida consumido durante el verano. Muy variado: la costa atlántica envuelta en aroma de mariscos y Albariño. La sierra mediterránea, en un concierto de grillos, salpicada de olivos y almendros. La isla de la Cité, entre la sinfonía de luz de las vidrieras de la Sainte Chapelle y el sonido del acordeón en. un recodo del pasillo del metro de Chatelet. La luna llena asomando entre dos picos pirenaicos, contemplando impúdica para observar el camino entre El Pueyo y Panticosa. La sonrisa de una china al servirme un cubata en una terraza de Zaragoza, mientras escucho cómo los de la mesa de al lado arreglan el mundo.

Archivado. Ahora ya es septiembre.

miércoles, 28 de julio de 2010

Estoques y banderillas

El Parlamento de Cataluña decide hoy –casi con seguridad- prohibir las corridas de toros en la región. La cuestión no es de derechas ni de izquierdas. Hay conocidos aficionados a los toros de izquierdas (de izquierdas los aficionados, no los toros), y muchos de derechas a los que no les gustan.

¿A qué obedece el empeño en prohibirla en Cataluña? Sencillamente a que es un espectáculo que se conoce como “la fiesta nacional” en España. Ese es el verdadero delito de las corridas.

La mayoría de los políticos catalanes han abrazado banderas nacionalistas o independentistas. Se encuentran enfrascados en una pugna por demostrar quién es más catalán que los demás, y han logrado arrastrar a una parte muy importante de los ciudadanos catalanes, a los que durante muchas décadas no les ha supuesto ningún problema ser catalanes y españoles.

Pero los políticos catalanes –rabiosamente enfrentados en casi todo- sólo parecen ponerse de acuerdo en vestirse de Judas y negar a España todo lo que pueden. Unos preparan el estoque para terminar definitivamente con ese bicho, y aspiran directamente a la independencia. Otros no llegan tan lejos, y se conforman con ponerle todas las banderillas que pueden. En cualquier campo de la vida social se trata de marcar diferencias con España, y lo hacen incluso invadiendo parcelas que deberían pertenecer al ejercicio de la libertad individual, como el uso de la lengua, la rotulación de establecimientos, o los espectáculos.

Porque los políticos catalanes tienen muy claro que cuando ellos hablan de “diferencia” lo que quieren decir es “privilegio”, y ya que se les ha venido permitiendo tener privilegios durante décadas, no van a renunciar ahora. Sin embargo, incluso con esos privilegios, Cataluña va perdiendo fuerza en lo económico. Lentamente va pasando de ser una región destacada en el conjunto de España a convertirse en un territorio que avanza torpemente, lastrado con un pesado bagaje de trabas burocráticas y sentimentaloides. Lo de prohibir las corridas de toros sólo es un banderillazo más a España. Y un nuevo paso atrás de la Cataluña puntera e innovadora hacia otra Cataluña aldeana y residual. Una pena.

martes, 27 de julio de 2010

Desolación

El ministro de Fomento anunció hace unos días un recorte draconiano en las inversiones del ministerio. Cientos de obras han quedado repentinamente paralizadas en toda España. En Aragón, las de ampliación de la ronda norte de Zaragoza, las de la autovía Lérida-Jaca, y las de la carretera Huesca-Sabiñánigo, entre otras.

Un signo inequívoco de la situación de pobreza de muchos países se aprecia en la escasez de infraestructuras y en la precariedad de las mismas. Es lo mismo que se observa en las viviendas de los pobres: muebles sencillos o viejos, láminas enmarcadas en lugar de óleos en las paredes, bombillas peladas en vez de lámparas en los techos, grifos antiguos. Es la imagen de la pobreza.

Hay viviendas con un aspecto diferente: muebles con puertas y cajones rotos, cortinas desgarradas, bombillas fundidas, grifos que gotean, y paredes desconchadas. Es la imagen de la desidia o de la decadencia.

De esta manera va a quedar el territorio español durante unos cuantos años. Obras a medio terminar, zanjas, desvíos, puentes por los que no se puede pasar, túneles cerrados. Es la imagen de la imprevisión, de la desorganización, del quiero y no puedo. Es el fantasma de la ruina.

Nadie con sentido común puede negar la imperiosa necesidad de esos recortes en las obras públicas. Pero cuando uno observa los cientos de kilómetros de flamantes carriles-bici, las docenas de polideportivos, los nuevos mini-aeropuertos, las estaciones de ferrocarril faraónicas, las decenas de miles de farolas de diseño que se han inaugurado en los últimos años, siente una sorda rabia interior. Cuando uno se da cuenta de que ese violento frenazo en el desarrollo necesario de un país se produce unos pocos meses después de que el gobierno haya derrochado 13.000 millones de euros en planes “E” para obras superfluas e insustanciales, siente un intenso deseo de encorrer a gorrazos a alguien, de echar a patadas a algún cretino de un lugar de decisión al que no debería haber accedido nunca.

viernes, 23 de julio de 2010

El acantilado

Regreso a casa y me encuentro con la noticia de que el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya respaldan la independencia de Kosovo. Hay que recordar que esa declaración de independencia se produjo de manera unilateral por parte de una facción de los kosovares, y sin atenerse a ningún procedimiento legalmente establecido.

Me parece una de las noticias internacionales que más consecuencias pueden tener en el futuro desarrollo de los acontecimientos en España. Unida al fallo del TC sobre el Estatuto de Cataluña, a la reacción de nacionalistas catalanes (“Somos una nación, tenemos derecho a decidir”), y a la postura de chalaneo apuntada por el presidente del gobierno (“Haremos lo posible para que sea posible lo que el TC ha dicho que no es posible”), forma un amasijo altamente explosivo, cuyas consecuencias preferimos no ver, aunque todos recordamos el significado de la palabra “balcanización”.

Pero el tema tiene demasiada enjundia para abordarlo así, nada más llegar, todavía con el sabor a pulpo y a albariño en el paladar. Todavía con el sonido de las olas rompiendo con furia en los acantilados de Caión. Diez días desconectado. Diez días sin leer un periódico, sin ver un televisor, sin escuchar una radio. Y el mundo sigue girando. Los partidos de siempre siguen atizándose como niños malcriados. Los sindicatos siguen secuestrando la libertad de los ciudadanos. Y los ciudadanos siguen ejerciendo como adictos, cada uno a los de su color. Fieles a la banderola de sus siglas. Hasta que la marea de Kosovo o la tormenta de la economía nos empotren contra los acantilados.

jueves, 15 de julio de 2010

Desconexión

Creo que ha habido un mundial de fútbol.
Creo que ha habido un debate sobre el estado de la nación.
Creo que hay casi cinco millones de parados.

Pero no estoy seguro.
En Betanzos el Parque del Pasatiempo parece un lugar de otro mundo. Los chupitos de yema tostada te hacen pensar menos. Los 20 grados de temperatura máxima te refrescan por fuera y por dentro. Las gaviontas te recuerdan que la naturaleza sigue viva.

Hoy mee espera un arroz con bogavante.

Realmente, en estas condiciones, hasta las cosas de TTessa me parecen razonables.

lunes, 12 de julio de 2010

Tarjeta roja

Pues sí. La selección española de fútbol ha ganado la copa del mundo. No está muy claro si el mérito es de Del Bosque, de Villa, de Casillas, de Puyol, de Iniesta, o del PP (el Pulpo Paul, naturalmente). La inmensa mayoría de los españoles estamos contentos, y ayer vivimos con ansiedad las patadas de los holandeses, la miopía del árbitro, y el paso del reloj.

Está muy bien este respiro para la autoestima nacional. Está muy bien ver a tanta gente cantando gritos de viva España. Está muy bien poder sentirnos los mejores. Aunque se trate de un acontecimiento deportivo, tiene razón en parte el ministro de industria cuando dice que la victoria es buena para la imagen de España en el mundo y para el comercio exterior. Todo está muy bien, y me sumo sin reservas a ese chapuzón de optimismo.

La selección española de fútbol ha hecho bien su trabajo, y es campeona del mundo. Ahora sólo falta que la selección nacional del Congreso y el Senado haga bien el suyo; que la selección nacional de la prensa empiece a informar más y a opinar menos; y sobre todo, que la la nación entera despierte del letargo, asuma el protagonismo de su futuro, deje de esperar que le caiga el maná del cielo, y se atreva a echar a patadas a los políticos que lo merezcan. Aunque sean de su cuerda. En este otro partido juega España contra el desastre, y en este caso el árbitro es el público. Menos amonestar, y más tarjeta roja.

jueves, 8 de julio de 2010

Fervorosamente

Ayer presencié dos actos de intenso fervor. El primero era un funeral en un pequeño pueblo. Como no conozco bien los usos de las ceremonias religiosas, y no entiendo a qué obedece eso de levantarse y sentarse tantas veces durante la misa, opté por quedarme sentado todo el tiempo. Detrás de mí, una señora muy fervorosa, que se sabía todos los cánticos y todas las oraciones, me decía de vez en cuando “ahora hay que estar de pie”. A la tercera vez apoyó sus palabras con un ligero toque de su abanico en mi espalda. Pero como yo no entiendo el lenguaje de los abanicos, seguí sentado escuchando las cosas terribles que decía el oficiante. Al parecer todos teníamos estar muy contentos de que mi tía se hubiera muerto porque Dios la había protegido durante toda su vida. Todo lo que dijo me pareció incoherente y delirante, pero la señora de atrás, y varias docenas más le escuchaban con todo fervor.

El segundo se originó a 9.000 km. de mi casa, pero ha dado lugar a que centenares de miles de personas decidieran que era el momento de hacer sonar las bocinas de sus coches y de aullar como locos. Incluso han tenido la osadía de agitar miles de banderas de España, y, sorprendentemente, nadie les ha llamado “fachas”.

Yo soy poco dado a los fervores (excepto en cuestiones muy personales que no voy a describir ahora). Pero no puedo dejar de reconocer la importancia que tienen en la vida de las personas y las sociedades. Eso que Emile Durkheim denominaba “efervescencia colectiva” resulta ser un poderoso motor, capaz de mover más voluntades y de arrastrar más esfuerzos que la más sólida argumentación, o el análisis más racional.

No sé si eso es bueno o malo, pero somos así. Convenientemente excitados podemos quemar La Bastilla, clavar tijeras en el vientre de los caballos napoleónicos, lograr la independencia de la India, o meter el Ebro en un cántaro para que no lo toque nadie.

Lo siento, Arama. Pero esos señores en pantalón corto son capaces de levantar el fervor de millones de personas, y hacer que cambien su conducta. Como bien saben los dueños de todos los bares de España que han visto dispararse sus ventas tras la victoria del equipo de fútbol.

miércoles, 7 de julio de 2010

El aborto y la chulería autonómica

Ayer entró en vigor la nueva ley del aborto. Quizá lo esencial de ella es que el aborto pasa de ser considerado algo no deseable -aunque en determinadas ocasiones puede resultar también necesario- a ser tratado como un derecho. La polémica ha sido y sigue siendo intensa. Unos ponen el acento en la mujer y consideran al feto como una excrecencia del cuerpo de la misma, y otros focalizan sobre el feto, al que consideran como un sujeto pasivo e indefenso que debe ser protegido por la ley.

Independientemente de la opinión que cada uno tenga, el hecho objetivo es que la ley ha sido aprobada legal y legítimamente. Ha sido recurrida ante el TC, y en su momento se conocerá la resolución del alto tribunal. Por su parte, el presidente de Murciia, Ramón Luis Valcárcel ha afirmado que de momento no hay razones para aplicar esa ley.

Otro empujoncito para llevar a España hacia el caos. Hemos hablado hasta la saciedad de los empujones de Ibarretxe, Zapatero, Carod-Rovira, Maragall y Montilla en el mismo sentido. Seguramente han sido de los más potentes, pero esto del presidente de Murcia es otra ocurrencia impresentable, que debería dar lugar a una reacción contundente por parte del gobierno central.

Si esto es un estado de derecho, o jugamos todos o rompemos la baraja. No puede ser que cada reyezuelo autonómico o local se atribuya el derecho a decidir qué leyes se cumples y cuáles no. No es de recibo que Montilla organice una manifestación contra la ley. No es tolerable que Valcárcel diga que no va a cumplir la ley “de momento”. Las leyes se cumplen o esto se irá al garete. Y el responsable máximo de hacer cumplir las leyes es el gobierno. Es irresponsable que no ejerza su papel. El gobierno central dispone de mecanismos para intervenir en las CC.AA. cuando en ellas nos e cumple la ley. Han sido numerosas las ocasiones en las que ha tenido motivos para hacerlo, y ni este ni anteriores gobiernos se han atrevido. Como consecuencia, la rebeldía y la anarquía siguen avanzando. El estado central agoniza, casi sin pulso. Apenas le quedan competencias, apenas le queda dinero que administrar, apenas le queda autoridad que ejercer. Por no ejercer, no ejerce ni la defensa de la dignidad nacional, hecha jirones por 17 hijos chulitos que intentan quedarse cada uno con un trocito de eso que se había llamado España.

martes, 6 de julio de 2010

La audiencia cautiva

Hace unos días comentaba José Antonio Marina lo demoledor que resulta para una sociedad libre la existencia de enormes masas de ciudadanos que padecen “audiencia cautiva”. Se refiere al hecho de recibir la información de la actualidad preferente –o únicamente- de un sólo medio de comunicación.
Quién más, quién menos, tiene su periódico, su radio, o su cadena de televisión favoritas. La elección de ese medio no es casual, sino que se debe a que es ese medio el que más se identifica con las creencias previas o la ideología de la persona.
Estoy de acuerdo con Marina en que esa costumbre dificulta el funcionamiento de una sociedad plenamente democrática. La mayoría de la gente está convencida de que en España existe una democracia moderna, pero no es así. Es una democracia en el aspecto formal, porque existe separación de poderes, representatividad del poder, y libertades individuales, especialmente la de información.
Pero, sorprendentemente, son los propios ciudadanos los que amputan esa fundamental libertad de información renunciando a la diversidad informativa. Apuestan por alquien, se fían de él, e ignoran todo lo que publican los demás. Los que tenemos la costumbre de leer y escuchar varios medios comprobamos a menudo que hay días en los que parece que cada medio habla de un país diferente. Cada uno destaca unas noticias, omite otras, y manipula otras. Así, recibiendo la información de un único medio, es imposible hacerse una idea más o menos veraz de lo que sucede.
Renunciar a la pluralidad informativa, someterse al criterio del editor de un determinado medio es a la libertad de expresión lo mismo que someterse a un amo es a la libertad.
Uno es libre de hacerse esclavo. Pero es realmente triste que ocurra eso.

lunes, 5 de julio de 2010

España se la juega

Querámoslo o no, el futuro de España se decide esta semana. La cuestión no tiene nada que ver con estatutos autonómicos y la posibilidad de desmembramiento del Estado. Tampoco con que millones de personas no tengan un trabajo que echarse a las manos. Ni siquiera con el riesgo de quiebra de un estado que se ha venido dedicando a derrochar lo que no tenía.

No, el futuro de España se decide en Sudáfrica. Por primera vez la selección española de fútbol ha llegado a la semifinal del campeonato mundial, y ahora cualquiera que tenga un DNI de España (excepto, quizá, los que usan calzoncillos con tela de senyera o de ikurriña) contiene el aliento a la espera de lo que nos dejen hacer los chicos de Ángela Merkel.

Los personajes importantes del momento no son ni Rubalcaba ni Aido; tampoco Zapatero ni Rajoy. Los auténticos protagonistas de la vida en España se llaman Casillas, Villa, Xabi, Piqué, Capdevilla, Puyol o Llorente. Ellos son los que tienen nuestro futuro en sus pies (en sus manos, en el caso de Casillas). Si triunfan, todos afrontaremos el verano con cierta sensación de orgullo. La economía y la política seguirán yendo mal, pero todos podremos decir eso de “pobres pero honrados”.
En cambio, si pierden, todos tendremos la impresión de que hemos perdido, de que hemos sido rechazados por los dioses del fútbol. La economía y la política continuarán igual de mal, pero ya tendremos culpables para nuestras desgracias. Podremos crucificar a Vicente del Bosque, escupir a la cara a Fernando Torres; o acordarnos de la madre del árbitro.

Nos iremos de vacaciones con el tubo de Prozac. En lo económico y en lo político continuará la confrontación entre dos equipos. Pero en ese encuentro los españoles tenemos poco que ganar.